El Albacete jugó un partido para ganar. Hizo todo lo que estaba en sus manos para llevarse los tres puntos, pero el fútbol fue injusto con un equipo que mereció ganar pero no lo hizo con la inestimable ayuda que la Ponferradina tuvo en el colegiado Moreno Aragón.
El árbitro andaluz no quiso dar una clara ley de la ventaja cuando Juanma se iba solo hacia la portería rival durante la primera parte y, ante el asombro de todos, expulsó a Riki por una jugada en la que el jugador de la Ponferradina se había resbalado. Con uno menos y después de no haber hecho absolutamente nada durante todo el encuentro y haber estado a merced del Albacete, la Ponferradina acertó a marcar en el 90 por medio de Espiau para llevarse los tres puntos más injustos que se han escapado del Carlos Belmonte.
Como se esperaba, Dubasín fue titular en la punta de ataque, por un Higinio en el banquillo, y el equipo no se resintió. La movilidad del hispanobelga abrió otros caminos hacia la portería rival y el equipo lo utilizó con mucha habilidad.
Y es que el Albacete desplegó un juego preciosista, de un nivel espectacular y que hizo las delicias de los espectadores que acudieron al Carlos Belmonte.
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