María del Carmen Soria: «Este reconocimiento nos anima a seguir con el trabajo de voluntariado»

TERESA ROLDÁN
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La presidenta local del Teléfono de la Esperanza se muestra satisfecha por el reconocimiento que le ha otorgado la Junta, por la labor diaria que realizan desde hace 25 años

María del Carmen Soria, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Albacete, posa en un despacho de la sede. - Foto: A. Pérez

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha ha concedido la Medalla al Mérito en la Iniciativa Social al Teléfono de la Esperanza de Albacete, así como al de Toledo, por la dedicación integral y gratuita que prestan a las personas en situación de crisis, necesitadas no sólo de ayuda material, sino también emocional. Así, entre los nueve galardonados que este año recibirán la Medalla al Mérito en la Iniciativa Social, concretamente en un acto que se celebra hoy en Toledo, en el área de voluntariado han sido premiados los Teléfonos de la Esperanza de Albacete y de Toledo. La presidenta de la entidad en la capital, María del Carmen Soria, se mostró muy satisfecha por este reconocimiento a una labor altruista como la que desarrolla el Teléfono de la Esperanza en sus 24 años de andadura.

¿Qué supone este reconocimiento para la entidad?

Nos da mucho ánimo para seguir trabajando en la labor diaria de voluntariado que desarrollamos desde el Teléfono de la Esperanza. Es un reconocimiento que nos alienta para seguir ayudando a la gente en sus miedos y problemáticas diarias.

¿Cuántos voluntarios dedican parte de su tiempo libre al Teléfono de la Esperanza en nuestra ciudad?

Con mayor o menor dedicación estamos en torno a 66 voluntarios trabajando en la entidad de Albacete. Hacemos turnos de mañana, tarde y noche, por lo que la media semanal de horas que dedica cada voluntario a la entidad ronda las 12 horas, aunque varía en función de las circunstancias personales de cada uno.

¿Cuántas llamadas recibió el servicio en 2013?

Fueron en torno a 2.500 las llamadas recibidas, una cifra similar al año anterior, donde la crisis económica ha agudizado los problemas psicológicos o ha reabierto conflictos familiares que antes permanecían ocultos entre las personas que acuden a este dispositivo en busca de ayuda para superar esa angustia o ansiedad que sufren.

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