La contaminación acústica es el acto incívico más habitual

Nani García
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El Ayuntamiento registra cerca de medio millar de expedientes medioambientales en el primer semestre, de los que 181 son por ruido y 162 por miccionar en la calle

La contaminación acústica volvió a ser el acto incívico que más se repitió en lo que llevamos de 2024, concretamente, en los primeros seis meses del año. Así se desprende de los datos que publicó el Ayuntamiento de Albacete sobre los expedientes sancionadores que gestionó Medio Ambiente por incumplimiento de la Ordenanza Cívica y de la norma de medio ambiente.

En los seis primeros meses del año, se registraron 470 expedientes sancionadores por incumplir las ordenanzas de medio ambiente y la reguladora de los espacios públicos de Albacete para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana, de los que 181 fueron por ruido, lo que supone un 38,5% del total de multas tramitadas por el Ayuntamiento de Albacete en este sentido. De las más de 180 sanciones por contaminación acústica, 162 fueron por ruidos transmitidos por particulares entre las 22 horas y las ocho de la mañana, mientras que nueve fueron por molestias a terceros también entre particulares. Las 10 restantes tuvieron que ver con ruidos transmitidos por actividades, como pueden ser las derivadas de la hostelería (superar los decibelios en un local o dejar las puertas abiertas y que la contaminación acústica salga al exterior).

Respecto al mismo periodo del año anterior, los expedientes sancionadores por ruido aumentaron en este 2024 un 20,6%, pues en los seis primeros meses de 2023 se registraron 150. En lo único que coincidieron es que el hecho más denunciado fue el de causar molestias por particulares durante la noche y hasta las ocho de la mañana, un horario que se entiende que está protegido para el descanso. Asimismo, se contabilizaron siete expedientes sancionadores por molestias a terceros también entre particulares y cinco por ruidos transmitidos por actividades.

El tráfico, las obras y las actividades de ocio suelen ser las principales fuentes de ruido en una ciudad, pero vistos los datos de expedientes sancionadores medioambientales no son las únicas. La convivencia en bloques de pisos, separados por tabiques que a veces se antojan de papel, no es fácil. El ruido vecinal está ahí, de hecho son muchas más las sanciones que se imponen a particulares por ser ruidosos, que los expedientes que se abren a establecimientos. En este 2024, 171 frente a 19, y en los primeros seis meses de 2023, 145 frente a cinco.

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