El Albacete no perdió, que conforme se puso el partido no fue todo lo malo. El conjunto manchego mantuvo la irregularidad de anteriores encuentros, cometió errores graves en defensa y le costó Dios y ayuda generar ocasiones, pero el Elche, que se había adelantado por medio de Óscar Plano nada más empezar la segunda parte, contribuyó a la reacción con la expulsión de Nico Castro y la colaboración de un defensa con Escriche para que por fin viese portería y ayudase a sumar un punto.

Se presentaba el Albacete después de sufrir la eliminación copera tras un horrible partido tras el que el técnico Rubén Albés habló sobre la situación, que calificó de «estado de alarma» y la necesidad de que el equipo volviese a ser competitivo.

Con una alineación idéntica a las anteriores, finalmente sin Datkovic, lesionado igual que Juanma, Glauder volvió a la defensa y volvió a ofrecer signos de debilidad, uno realmente al nivel de Terrassa en la primera parte, pero en esta ocasión apareció Bernabé para evitar el destrozo.

Empezó el encuentro con mucha intensidad por parte de ambos conjuntos, pero fue el Albacete el que ganó la batalla inicial y metió al Elche en su campo. Los ilicitanos querían salir tocando y eso facilitaba la buena presión en bloque alto de un Albacete casi enrabietado.

Eso provocaba robos de balón pero luego costaba traducirlos en ocasiones, con un Manu Fuster con mucha menos presencia en el juego que en otras ocasiones. Ni los saques de esquina lanzaba el valenciano, pasando a ser responsabilidad de Jonathan Silva.

Al cuarto de hora llegó el regalo de Glauder a Nico Castro que el argentino aprovechó para lanzar un duro disparo que salvó Bernabé con una gran intervención. La sensación de que el equipo no termina de encontrar la manera de recuperar su esencia se puso de manifiesto y aumentó unos minutos después, cuando Escriche, con toda la portería para hacer el 1-0, mandaba la pelota fuera.

Higinio realizó una jugada de auténtico crack para irse por la línea de fondo y dejar el pase de la muerte que, con San Román batido, Escriche apuró tanto al otro palo que el remate se le fue fuera ante la desesperación de la grada. Entre los regalos de Glauder y los fallos de Escriche el partido se convertía en un déjà vu de los últimos partidos.

Por si acabo el aire ya era molesto, empezó a caer una gran tromba de agua sobre el Carlos Belmonte y el partido entraba en una fase de imprecisiones que dio aire al Elche, pues decaía la presión local y los ilicitanos estiraban sus líneas hacia la portería de Bernabé.

Una llegada de Carlos Isaac acababa con un remate forzado que iba  a las manos de San Román, pero era el Elche el que más pisaba el área y Bernabé tenía que tapar perfectamente su primer palo para evitar el gol de Óscar Plano en el minuto 37. En el conjunto ilicitano se había tenido que ir Bigas lesionado, siendo sustituido por Diego González.

Glauder volvía a liarla, pero esta vez lejos de la portería, y la primera parte acababa con la sensación de que al Albacete empezaban a fundírsele las luces y el Elche ganaba protagonismo en el partido.

mazazo. La segunda parte no podía empezar peor. Apenas se llevaban un par de minutos jugados cuando Josan Fernández, ahora jugando como lateral, ponía un balón de lujo para que Óscar Plano se adelantase a todos y tocase lo justo con la cabeza para salvar defensas y portero y hacer el 0-1 que caía como un mazazo tanto al equipo como a la grada.

El Alba quedó tan tocado que minutos después, en idéntica acción, otro balón de Josan al punto de penalti era rematado con total libertad por Mourad, pero su cabezazo se iba alto.

La situación, desfavorable para un Albacete moralmente tocado, cambiaba porque en el minuto 57 Nico Castro realizaba una entrada fuera de lugar en el centro del campo y veía su segunda tarjeta amarilla, por lo que era expulsado.

Con un hombre menos y sin disimulos, el Elche se metió en su área a defender el resultado y el partido entró en fase monólogo para un Albacete que seguía mostrándose negado de cara al gol.

Albés quitaba un centrocampista, Olaetxea, y metía  más pólvora con Quiles arriba, pero el balón no quería entrar. Tras un error en la salida del balón ante la presión del Albacete, la pelota le quedaba franca a Manu Fuster en el punto de penalti y el valenciano, en su intento de colocar el balón fuera del alcance de San Román, la estrelló en el larguero, para desilusión de una grada que estaba ya cantando el gol.

El partido entraba en su recta final y en una fase de muchos nervios, unos por remontar y otros por mantener el resultado. El Elche trataba de perder todo el tiempo de mundo y no se cortaba a la hora de frenar el juego manchego con dureza, por lo que se iba cargando más de tarjetas.

escriche. Corría el minuto 75, la grada, mojada, helada y desilusionada, rompía su silencio cuando un remate casi sin querer de Dani Escriche acababa en el fondo de la portería de San Román. No se puede describir con palabras la alegría del jugador, que se fue primero a la grada y después a por Rubén Albés, mientras la afición coreaba su nombre. El centro de Carlos Isaac era rozado con la cabeza por un defensa y el balón literalmente hizo carambola con la cabeza de Escriche, lo que no se esperaba ni el propio jugador ni el guardameta del Elche. No faltó la incertidumbre de una revisión del VAR por una posible posición antirreglamentaria de Higinio en la jugada que habría sido ya el colmo de los colmos. Finalmente el colegiado señaló el gol y el Belmonte volvió a rugir.

El Albacete quería los tres puntos y el Elche, si cabe, se metió todavía un poco más dentro de su área, ahora para defender un punto en interioridad que, obviamente, no sería un mal resultado.

Con dos líneas, 5-4, el Elche apenas dejaba hueco y quedaba el recurso del balón parado. Escriche caía en el área y Jonathan Silva la tenía desde la frontal, pero le pegaba con la derecha y el  balón se iba al cielo de Albacete. Mientras se agotaba el tiempo Fuster tenía otro remate que se iba a córner y el partido no daba para más.

No se voy mucho mejor al Albacete de lo que venía mostrando en los últimos partidos, con los mismos errores atrás y cada vez menos clarividencia ofensiva, pero la expulsión de Nico Castro ayudó a que al menos se sumase un punto que vendrá bien en el proceso de regeneración que pretende Rubén Albés.