Las vacaciones de Semana Santa, algo más adelantadas en el calendario para este año que para el pasado, han generado una buena expectativa para el sector turístico y hostelero provincial. No en vano, es el primer periodo que concentrará varios días no laborables para una buena parte de la población en este semestre.

Se une, además, la circunstancia de ser unas vacaciones favorables para Albacete, como destino de turismo interior, ya que la mayor parte de los desplazamientos que se realizan estos días son a lugares más o menos cerca de los de residencia y que en el trayecto no se pierda demasiado tiempo.

Y, sobre todo, que Albacete cuenta con dos municipios cuya Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional, en el caso de Hellín, y de Interés Turístico Nacional, Tobarra, (al igual que la capital), lo que les garantiza una notable afluencia de visitantes. De hecho, como expone la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Apeht), Begoña Garijo, las estimaciones que ha hecho la organización para este periodo vacacional es que «la ocupación para estas dos localidades está más que garantizada, del 100%, porque todas las plazas están cubiertas».

Va a más. Las procesiones, las tamboradas, la gastronomía son polos de atracción de turistas, sobre todo nacionales, que optan por unas celebraciones de carácter religioso diferentes a las de más renombre, como puedan ser las castellanas o las andaluzas.

Eso ha hecho que, contrariamente a lo que ocurría en años anteriores, la ocupación en la capital vaya a más. «Para los cuatro días principales de estas fechas, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, la previsión -apunta Begoña Garijo- es rozar el 90% de plazas ocupadas».

Desde la Apeht «estamos contentos porque vemos que Albacete está remontando», comenta la gerente de la asociación, que apunta también a un hecho que están constatando:«Cada vez vienen más grupos de visitantes y no lo hacen solo a pasar el día, sino que se quedan varios». Ahora mismo, por ejemplo, «tenemos varios procedentes del País Vasco» y últimamente, además, no solo coincidiendo con fechas de vacaciones, «recibimos a una cifra al alza de grupos de senderismo».

Ayudará, sin duda, a relanzar a la capital en la ocupación de sus plazas hoteleras de una forma más repartida en el calendario anual. «Este año, el Ayuntamiento tiene programados eventos deportivos todos los meses» y esa es la línea hacia la que hay que caminar.

Junto a la creación de nuevas plazas hoteleras. En los últimos años han cerrado varios hoteles de la capital -Santa Isabel, San José, NH, Altozano, entre ellos- y eso ha supuesto «la pérdida de aproximadamente un 25% de plazas».

Destinos seguros. Mientras tanto, hay destinos que esperan más tranquilos la llegada de estas fechas porque se saben como  atractivo seguro para los visitantes. «La Sierra del Segura y la Manchuela rozarán, para estas fechas, el 80% de ocupación», señala la gerente de la Apeht. 

La circunstancia de estos lugares es distinta a los anteriores. «Tanto la sierra como localidades de la comarca de La Manchuela, sobre todo, Alcalá del Júcar, tienen turismo todo el año, no experimentan una mayor afluencia porque sea ahora Semana Santa», porque son referentes en el turismo de interior del sureste español y compiten en paisaje, patrimonio, y también precios, con otras partes del país.

La cuestión de salir fuera de casa y controlar el coste no es baladí, y el sector ha ajustado sus tarifas, a nivel general, aunque en el caso de esta provincia, como afirma la gerente de la Apeht, «los precios de los alojamientos se han mantenido de forma mayoritaria».

Donde se mira, como cada vacaciones semanasanteras, es al cielo, cruzando los dedos para que el mal tiempo no haga sombra, porque «incide mucho en que pueda haber cancelaciones».

Confiando en que, si esta circunstancia se da y llega la necesaria lluvia, no modifique planes de viaje de quienes hayan optado por Albacete, Garijo sí comenta que, por el contrario, «las reservas de última hora se disparan si las previsiones son de buen tiempo».

Vienen, sobre todo, residentes de la Comunidad Valenciana, para la zona de La Manchuela; de Murcia, para la de la Sierra del Segura y de la comarca hellinera; y, en menor medida, madrileños y castellano-manchegos. Eso sí, «vienen sobre todo familias y grupos de amigos».