Antonio García

Antonio García


Recomendaciones

06/07/2020

Me gustaría recomendarles cuatro libros en este arranque de verano, pocos para quienes son lectores contumaces, pero ese es el límite que impone el espacio de esta columna; los dos primeros, Cuando el Vips era la mejor librería de la ciudad, de Alberto Olmos, y Galdós, de Yolanda Arencibia, ya vienen previamente recomendados por Rafael Reig, autor que incorporo a los recomendables para completar mi lote; el libro de Reig, Amor intempestivo, es un ajuste de cuentas contra sí mismo y su generación, esa generación que aún no ha entrado en las páginas amarillas de la literatura porque los padres, los Millás, Mendoza, Marías, Muñoz Molina, aún activos, se resisten a conceder la independencia a sus vástagos. Andrés Ibáñez, por edad, también debería inscribirse en esa generación, pero es un pájaro solitario, al que ateniéndose al título de su libro (Nunca preguntes su nombre a un pájaro) no hay que pedir filiación porque no la tiene y su sensibilidad, de un espiritualismo entre zen y franciscano, no casa con los tiempos que corren; Alberto Olmos es de una generación posterior, ya plenamente internáutica, y de hecho los artículos que componen su particular vips fueron publicados con anterioridad en un blog digital, oscilantes entre la crítica literaria y la cuestión social, con una fijación especial en el feminismo o el cambio climático que abren los ojos aún no adormilados por el pensamiento único. La biografía de Galdós aún no la he leído, pero me permito arriesgar una recomendación a ciegas, inspirándome en el método de Wilde, que no leía los libros que criticaba por miedo a que la lectura influyera en su opinión.