¿Qué supone ganar este primer certamen Ciudad de Albacete?
Para mí fue maravilloso, es confirmar que voy por el camino correcto, que todo el esfuerzo, las noches de trabajo, los días en los que las cosas no salen bien, están bien empleados y la vida te dice que lo estás haciendo bien. Es un voto de confianza hacia ti mismo para seguir adelante, es para mí lo más importante.
¿Qué interpretó?
En la gala final del Teatro Circo interpreté Tutto é sciolto, del rol de Elvino, de la ópera La Sonnambula, de V. Bellini, y también la difícil aria Ah mes amis!, del rol de Tonio de la ópera La fille du régiment, que es el aria que me dio el triunfo porque tiene nueve Do de pecho, lo cual para la voz masculina de un tenor es absolutamente complicado. Lo canté y repetí en la final, 18 Do de pecho.
¿Una final muy dura?
Muy dura, seguro. Era la primera edición del concurso de canto pero el nivel fue extraordinario. Tenía siete contrincantes, sopranos, que eran maravillosas, unas grandes artistas a las que se notaba que habían pisado mucho el teatro, tenían mucha experiencia; venían de Valencia, Madrid, Cuenca, todas eran una gran competencia, con una generosidad vocal maravillosa, grandes intérpretes, con lo cual me siento aún más honrado de haber podido ganar.
¿Qué tesitura tiene usted?
Soy un tenor lírico ligero.
¿La ópera es lo que más le interesa? Seguro, es el género en el cual me encuentro trabajando actualmente; para mí lo más importante, después de pensar en la dicción, cantar, es la interpretación, porque es el puente que hace que conectemos con las personas, los que conocen o desconocen el género. Realmente la ópera es un género que si está bien cantando e interpretado, con el alma y el corazón, transmite, transporta a cualquier persona, no necesita ser una entendida. Si se canta con el alma y se habla con amor, llega el mensaje y de esa manera podemos cambiar el mundo y eso para mí es lo más importante, por eso yo canto ópera.
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