Concluida la tercera campaña de excavación y estudio de la Fortaleza de Isso, por parte de arqueólogos y técnicos de la Escuela de Estudios Árabes (EEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), encabezados por Julio Navarro, se ha documentado la existencia de «un granero estatal construido sobre una llanura, un tipo de edificación único en la época árabe de la que data su origen, la primera mitad del siglo XII». En las conclusiones de la campaña de actuación, llevada a cabo con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Hellín y la propia EEA, también se ha identificado «parte de una de las torres, que es hexagonal, lo que demuestra el poder de quienes la construyeron».
Dos fases constructivas. La fortaleza andalusí «tiene al menos dos grandes fases constructivas, y fue reestructurada tras la conquista cristiana, descartando por completo que la fortaleza fundacional sea de época cristiana, por lo que no es un castillo feudal edificado por algún señor castellano o por alguna orden militar, ya que la estratigrafía que se le vincula es andalusí». Según Julio Navarro, «todo parece indicar que es un edificio de la primera mitad del siglo XII, y que no lo funda una comunidad campesina sino el propio estado para crear una imagen de poder en el paisaje. Todos los datos apuntan a un gran descubrimiento: se trata de un granero en llano, en un territorio durante la época almorávide o inicio de las segundas taifas con Ibn Mardanis (El rey Lobo) con la capital en Murcia. Así que nos hemos centrado en investigar la batería de silos anexa a la muralla y una segunda línea dejando un espacio central abierto». La adscripción cronológica revelada este año «no excluye que, tras la conquista cristiana de mediados del siglo XIII no se hicieran importantes reformas, como la puerta mudéjar descubierta en la campaña de 2021. La regularidad de la planta de la fortaleza, la presencia en sus esquinas de torres hexagonales y la buena calidad del edificio, permiten afirmar que se trata de una fortaleza estatal y, por consiguiente, que no fue diseñada por las comunidades campesinas para su autodefensa». Y es que, según el arqueólogo de la Escuela de Estudios Árabes, «su anómala ubicación en el llano podría explicarse por su función como depósito de productos agrícolas como el grano, lo que no excluye que tuviera otros usos de carácter defensivo y estratégico. La coyuntura política del periodo al que, de manera general, podemos atribuir la fortaleza, favorece las interpretaciones a las que hemos llegado esta campaña». El equipo de Julio Navarro cree «que la fortaleza se fundó en época almorávide, aunque no se puede excluir que se edificara por orden de Ibn Mardanis, por lo que será preciso reunir más datos y continuar procesando la información para determinar con mayor exactitud su adscripción histórica».