Nuestro Teatro Circo, el más antiguo operativo del mundo, cumple mañana 135 años desde su inauguración y recordará dos días después, el XX aniversario de su reinauguración por la Reina Sofía. En octubre de 1886, un grupo de 12 adelantados albacetenses decidieron constituir una sociedad para en un tiempo récord, nueve meses, levantar un coliseo de proporciones de gran capital europea en una ciudad pequeña y con altas tasas de analfabetismo. Desde Amithe hemos solicitado al Ayuntamiento y a la dirección del teatro colocar una placa que recuerde la gesta de estos 12 adelantados albacetenses que supieron soñar la gloria cultural de Albacete. Ya vamos quedando pocos que hayamos sido testigos del proceso de recuperación del Teatro Circo, que duró casi 20 años (1985-2002). Pero si tuviera que dar un titular tras este tiempo transcurrido, no dudaría en decir que posiblemente el Teatro Circo hoy no se hubiera salvado. Hacían falta alcaldes como Carmina Belmonte, que logró comprarlo y, sobre todo, un alcalde como Pérez Castell, que comenzó y acabó las obras. Pero también sería necesario un pueblo como el de Albacete de entonces, mucho más reivindicativo que el de ahora. Y ahí, la Asociación de Amigos del Teatro Circo, que lideramos, supo representar el deseo de ese Albacete luchador. Este aniversario debería servir para reflexionar sobre qué hacer con el Teatro Circo. Beléndez, personalidad esencial para elevar su prestigio, abandonará un día el puesto. Amithe ha pedido insistentemente la constitución de una fundación municipal que lo gestione profesionalmente al margen de los cambios políticos. Y poner en marcha, ya, aquel unánime acuerdo municipal de marzo de 2021, que tuvo el apoyo de empresarios, UCLM y Diputación, para iniciar el proceso de su declaración como Patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco. En 18 meses, lamentablemente, no hemos tenido ningún avance más allá de buenas palabras. Hoy me quedo con el compromiso de aquellos 12 adelantados que soñaron con un Teatro Circo, en el que 135 años después, los trapecistas volaran sobre sus arquerías árabes.