Sin periodismo no hay democracia

Agencias
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Las asociaciones de comunicadores reclaman a los partidos que cesen los ataques al sector y piden a los profesionales que huyan de la polarización

La crispación política ha puesto en el foco en las últimas semanas el trabajo de los medios. - Foto: Imagen de freepik

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) acuñó hace unos años como lema una verdad que no pierde vigor: Sin periodismo no hay democracia. Y, coincidiendo con el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra hoy, y en un momento en el que los medios de comunicación se revelan como un contrapoder esencial, la FAPE lanzó ayer una declaración en la que pidió a los partidos políticos que cesen en sus «ataques a la prensa» y no difundan bulos desde sus gabinetes de comunicación, y a los profesionales de la información que no se «contagien de la polarización» y ofrezcan noticias veraces porque lo contrario «denigra y avergüenza» a la profesión.

La federación aprobó esta declaración el pasado fin de semana, durante la reunión de su LXXXIII asamblea general y que coincidió con los cinco días en los que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se retiró para decidir si le merecía o no la pena seguir al frente del Ejecutivo. En la que bautizaron como Declaración de Talavera, la entidad hizo un «llamamiento general para terminar con la crispación producida por la polarización política y la desinformación que emana de ella» y realiza peticiones tanto a las organizaciones políticas como a la profesión periodística.

A los partidos les reclamó que «protejan» el derecho constitucional a la información y «no fomenten la difusión de mentiras y bulos mediante el uso perverso de las redes sociales y las presiones a los medios y los periodistas».

«Demandamos a los grupos políticos que acaben con la crispación que reflejan en sus actuaciones y declaraciones y, asimismo, terminen con los ataques a la prensa y a los periodistas para acallar las voces críticas», rezaba el texto.

Tras advertir del peligro que suponen los «discursos de odio» solicitan a los gabinetes de comunicación política que se abstengan de difundir «noticias falsas o manipuladas en función de sus intereses». También recuerdan que «si la obligación de los periodistas es preguntar y repreguntar, la de los dirigentes y representantes públicos es la de someterse a las preguntas de los profesionales de los medios de comunicación».

Censura al señalamiento

Asimismo, la FAPE denuncia «los ataques al libre ejercicio del periodismo con determinadas prácticas antidemocráticas, como los señalamientos, el acoso on line, la exclusión de medios e informadores de las convocatorias, las comparecencias sin preguntas y los intentos de imponer preguntas».

A los profesionales les exigen que «cumplan los principios éticos y deontológicos» y no difundan «mentiras, bulos o cualquier noticia que no haya sido confirmada y contrastada» y también que «ejerzan la función de control de los poderes y que eviten el contagio de la polarización política».

«Eso -añaden- implica estar vigilantes y ser críticos con lo que hacen los gobernantes y no colocarse en trincheras de uno u otro lado prescindiendo del principio de que el periodismo debe lealtad a los ciudadanos, a los que debe informar». En este contexto, les piden que «no se conviertan en activistas al servicio de causas ajenas a la información» y que ejerzan desde «criterios profesionales».

Además, recuerdan que «cualquier vulneración de derechos que se registre en una información o cualquier exceso realizado en aras de la libertad de expresión pueden ser llevados a los tribunales».

Asimismo, desde la FAPE también se vuelve a alertar de que la «cada vez mayor precariedad laboral y salarial en las redacciones supone un incentivo para que aumenten las presiones y se reduzca la necesaria independencia en la labor periodística».