Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Buen ejemplo

10/10/2024

No todos los edificios que fueron en su momento los más representativos del patrimonio urbanístico de Albacete han tenido el final que se merecían, muy al contrario, muchos de ellos, con el paso del tiempo y la evolución urbanística y social de la ciudad terminaron desapareciendo siendo víctimas de cuestionables derribos para ser sustituidos por inmuebles más modernos que en absoluto enriquecían la postal urbanística de una ciudad que, en efecto, evolucionaba hacia la modernidad, pero a un discutible precio en su desarrollo. Afortunadamente estos días hemos tenido un buen ejemplo de que no es necesario derrumbar las muestras del pasado para ir edificando el presente y así ha quedado demostrado con la inauguración del ya rehabilitado chalé Fontecha, que desde ahora alberga la sede del Instituto de Estudios Albacetenses y exhibe la belleza icónica de unos de los edificios más emblemáticos, tal vez el que más, y representativos de la arquitectura albacetense de inicios del pasado siglo XX.
Albacete gozaba hasta bien entrado el pasado siglo de un núcleo central de la ciudad con una notable muestra de patrimonio urbanístico, quizás no apreciado en su justo valor por los propios albaceteños, ante lo cual para las instituciones y sus responsables políticos resultó muy cómodo, libres de la presión ciudadana, cometer algunos deslices que hoy se lamentan cuando ya no tienen remedio. El chalé Fontecha sobrevivió a la ofensiva de los intereses inmobiliarios y hoy, tras su adquisición por la Diputación Provincial primero y su rehabilitación después, es un buen ejemplo de una política respetuosa y defensora de los valores y riqueza del patrimonio urbanístico.