Lo ha dicho Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda, cuando le preguntaron el otro día por la comparación que estableció Esther Peña, portavoz de la Ejecutiva socialista de Ferraz, entre el cupo catalán y las medidas fiscales de lucha contra la despoblación dispuestas para las provincias de Cuenca, Soria y Teruel. Luego vino Patxi López, que estaba todavía de vacaciones, y dijo que no tenía ni pies ni cabeza la cuestión, sin saber que el argumentario provenía directamente de Moncloa. Finalmente, Martínez Guijarro, el vicepresidente de la Junta, que algo sabe de Cuenca, aseguró que se trataba de «una broma de mal gusto». Ruiz Molina incidió incluso hasta el punto de calificar la cuestión como «insulto».
Está muy bien que los socialistas de nuestra región hayan advertido el truco de Houdini que el mago Sánchez ha vuelto a proyectar sobre la pared como sombras chinescas. Pero la plebe espera algo más que no sean cantos de sirena. Guijarro dijo ayer que Page iría al Comité Federal a defender Castilla-La Mancha por encima de los intereses de su partido. Siempre lo ha hecho y habrá que continuar en la exigencia. La cuestión es hasta dónde puede el presidente de Castilla-La Mancha condicionar las políticas de Sánchez. A cada roto que procura Pedro, ha de acudir Emiliano con salvavidas.
Nos toman por tontos, lo clavó el consejero. Y, por tanto, como tal hay que actuar. En la vida, cuando me pasó eso – que me tomasen por tonto-, siempre lo consideré una ventaja porque así esperaban poco de mí. Pero, claro, hay que contratacar aprovechando el punto de apoyo que ofrece la palanca. Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo, dicen que dijo Arquímedes, el mismo que el del principio. Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido que desaloja. La lástima es que el empuje no lo sienta Sánchez de sus compañeros. La teoría de los gases nobles se le hace poco a él. Él es el noble con las bicicletas en Andorra y el que venga detrás que se ponga a marcar ultraderechistas. La minoría socialdemócrata clásica tampoco encuentra ningún punto de apoyo.
Las informaciones dicen que el próximo sábado Page acudirá al Comité Federal para fijar posición crítica frente al cupo catalán. Le honra y lo hace más grande. Pero ha de saber que la ciudadanía de su región le va a pedir medidas, cuestiones, impulsos que frenen el dislate. No estamos aquí ni cruzamos este río para que nos tratasen de nuevo como tierra de paso, igual que la servidumbre del franquismo, lo mismo que los santos inocentes. Y hay que aguantar que Sánchez se ponga como un pavo real regurgitando debates decimonónicos sobre el federalismo. La Primera República fue una ruina y ese es su modelo. Los españoles lo tienen que saber cuanto antes. Mientras tanto, la Bolsa flaquea y el paro se lo piensa. Nos toman por tontos, sí. Lo malo es que lo seamos.