Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


El menosprecio

11/07/2024

Mientras la ola del problema de la migración sigue creciendo y la espuma de su oleaje se desparrama por toda la costa mediterránea, la humanidad asiste impávida a una tragedia que en conciencia resulta insoportable por más que muchos miren hacia otro lado o no quieran verla, menospreciando el hecho evidente de que las víctimas de esta desventura son seres humanos que merecen la misma dignidad y trato, por más que sean de otras razas o color y procedan de muy distintas geografías y culturas con respecto a la nuestra. Es obvio que hay una traba de menosprecio por parte de Europa desde cuyas fronteras se elude la responsabilidad que tiene el viejo continente, que parece ciertamente un viejo egoísta que quiere abstraerse de su verdadero compromiso, a la vez que intenta endosárselo a sus países vecinos y que la cuestión le rocíe lo menos posible. España es uno de esos países que, por su situación geográfica, es presa de la situación creada por el aumento y expansión de esa migración y la falta de coordinación europea para hacer frente al triste desembarco de miles y miles de personas que huyen de guerras, persecuciones y hambrunas y que tan sólo persiguen salvarse de los dramas que viven en sus propios países. Son gentes que huyen del drama de sus propios pueblos para chocar con el menosprecio que les recibe la nueva tierra prometida y milagrosamente alcanzada.
Esta misma semana en la que las ONG nos hablan de unas 6.000 muertes en el Mediterráneo en lo que va de año, cuando en todo el pasado año fueron unas 3.000 las contabilizadas, comprobamos que el drama va a más mientras el fracaso social y político se evidencia por sí solo en toda su crudeza.

ARCHIVADO EN: Emigración, ONG, España