Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Libertad... sin ira

13/01/2025

Recuerdo la canción del grupo Jarcha "Libertad sin ira", curiosamente escrita por el conquense Ángel Korpa, miembro del citado grupo musical, y recuerdo claramente el momento en el que surgió y la letra que le da vida a la misma. Sin duda, fue un hito para los jóvenes de aquel momento –entre los que me contaba yo-, y ha sido y sigue siendo, un verdadero lema de las sociedades modernas.
Y ahora, vuelve a aparecer la palabra Libertad en muchos medios de comunicación, incluso en los programas de radio más progresistas, al reconocer –por parte de algunos analistas- el hecho de que un elevado grupo de la juventud actual se está "derechizando" en demasía –término que yo no usaría por ser demasiado controvertido en la actualidad-, ya que la radicalización se ha convertido en un axioma de futuro, no solo en España sino en Europa y América, provocando con ello la potenciación de perfiles en xenofobia, homofobia, racismo, antisemitismo, antiemigración y crímenes de odio, etc…, según el conocido informe Raxen. Y parece que ya no es cuestión de ideologías sino de conductas, por eso, no entiendo que se hagan proclamas de grupos políticos cuando da igual de donde parta, si el objetivo es ese contenido inmoral.
Y digo que vuelve la palabra Libertad como bandera de exigencia en grupos de jóvenes, utilizándola como reivindicación de odio en las redes sociales, tan de moda ahora. Y me cuesta entenderlo. Yo siempre creí y sigo creyéndolo que la libertad es un derecho del ser humano que hay que exigirlo y lucharlo cuando los poderes autoritarios nos la quitan, pero no entiendo que en democracia –si es que la hay-, se coloque ese término liderando unas exigencias de radicalización cuando los vivas son hacia Franco, hacia Hitler o hacia Maduro o Putín, porque esos líderes, algunos en el baúl de la historia y otros, en vida, ejerciendo su gran 'promesa política', nunca podrán servir de ejemplo para demandar libertad de un pueblo que duerme en el instinto de la hipocresía, de la inmoralidad, de la mentira informativa o del racismo impropio.
Y me duele, porque hay otros grupos de jóvenes, cuyos valores son ejemplares, dignos de su cometido, actuando en función de un ejercicio de respeto y de intencionalidad hacia un futuro mejor, en el que ellos van a ser sus protagonistas. El problema está en saber modular o hacer porcentaje adecuado en esa balanza, para saber qué grupo es el mayoritario. Pensemos que es el grupo 'bueno', por eso de ser positivos y optimistas en lo que nos puede sobrevenir.