Después de un año en funcionamiento el programa bbMiradas para la detección precoz de trastornos de espectro autista (TEA) en niños de menos de tres años que puso en marcha la Asociación Desarrollo Autismo Albacete hace justo un año, en diciembre de 2022, ha permitido evaluar a 61 bebés, 47 de ellos fueron casos nuevos que llegaron a la entidad en 2023. De esa cifra finalmente se confirmó un diagnóstico de autismo en 10 de los pequeños a los que se les aplicó esta novedosa herramienta.
Este sistema que se aplica en recién nacidos y bebés de menos de tres años trabaja en la observación de la mirada del bebé, en la fijación de la mirada, para detectar el autismo. De hecho, el proyecto ya ha empezado a rodar, con las primeras observaciones con niños de familias usuarias de la entidad.
El proyecto permite detectar mediante sesiones de 20 minutos, con juegos o visionados de vídeos a través de la mirada, síntomas que apunten a un diagnóstico de TEA. Este sistema está indicado para diagnósticos en niños de cero a 36 meses, aunque viene a complementar los procedimientos hasta ahora utilizados por el equipo de profesionales de la entidad.
Este proyecto cuenta con la colaboración del Gobierno de Castilla-La Mancha y la fundación la Caixa. El programa bbMiradas, impulsado por Autismo Burgos y la Fundación Miradas en 2017, cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Fundación Carrefour, además de la estrecha colaboración para su desarrollo de los profesionales del Servicio de Pediatría de la GAI de Albacete.
La coordinadora del programa de diagnóstico de la Asociación Desarrollo Autismo Albacete, Ana Lozano, aseguró que si bien la herramienta más innovadora de este programa es el dispositivo eyetracker (de medición de la posición y el movimiento de los ojos) como apoyo en el diagnóstico, se complementa con entrevistas y cuestionarios por parte de las familias, observación del niño, una evaluación con pruebas estandarizadas.
Lozano explicó que «el eyetracker se coloca en un ordenador y al bebé en una silla o en el regazo de la madre, seguidamente se proyectan por el ordenador vídeos con contenido social y no social, que han sido diseñados por los autores del proyecto, porque basándonos en estudios científicos se afirma que los niños con autismo miran menos a los ojos y más a otros sitios de su alrededor. El dispositivo detecta dónde mira más el niño y después los profesionales sacan el índice medio de visualización social, como una parte del programa que al final hará el diagnóstico».
El objetivo principal de este proyecto es la intervención precoz, «por ello nosotros hacemos una evaluación más exhaustiva de los niños en los que vemos alarmas significativas en su desarrollo comunicativo y que podrían tener TEA; en cambio en los que no existe un diagnóstico claro lo que hacemos es derivarlos a intervención especializada, aunque muchos de estos niños ya están recibiendo atención temprana».
(Más información en edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete: (https://latribunadealbacete.promecal.es))