Por mucho que nos cueste, se va acercando la hora de buscar relevo a los vestidos y camisetas de tirantes y los shorts. El otoño está a la vuelta de la esquina y las tendencias son diversas, pero hay algunas claves fijas que la mayoría de diseñadores incluyen en sus propuestas para esta temporada.
El punto, el tweed renovado, las hombreras, los satinados, las cazadoras y color, mucho color, harán del armario para el último tramo del año un lugar muy atractivo.
Con la mirada puesta en el frío, esta temporada las siluetas se marcarán especialmente en la cintura, ya sea gracias a los accesorios o, por ejemplo, con faldas que traen a la actualidad el maravilloso New Look creado por Dior.
Ahora bien, si hay un triunfo absoluto es el de los básicos. Los próximos meses serán los de fondo de armario, prendas sencillas que garantizan un look perfecto para cualquier ocasión. Jeans, camisa blanca y blazer se convierten en un combo infalible. Pero la moda es fantasía y, muchas veces, atrevimiento. Por eso a quienes se les quede corto un combo de básicos igual se apuntan a la tendencia de ir en bragas.
De los creadores de salir en pijama, llega ahora la tendencia de salir en ropa interior. Lo propuso Bottega Veneta y, lejos de pasar de largo, otras marcas han revisitado estas prendas como Ferragamo, que opta por unas de punto en color rojo o Misoni, que combina unos hot pants tricotados con una cardigan a juego.
Superposiciones
Viajamos a los 90 si apostamos por las superposiciones que construyen el estilo ideal para contrarrestar el frío. Camisa sobre top, y sobre la primera un chaleco y además una chaqueta para completar, puede resultar un combo muy acertado.
Es otro de los ciclos de la moda que rescatan sin nostalgia Chanel o Givenchy, donde sobre las blusas se coloca un vestido de tirantes o bajo una falda abierta unos pantalones y para las más atrevidas: camisa, blazer y sobre ella un corsé.
Los clásicos nunca mueren
Regresan con fuerza clásicos como el estampado de leopardo y los cuadros príncipe de Gales y el tartán de Burberry o Vivienne Westwood y se incorporan al otoño los lunares. Saint Laurent es una de las firmas que apuesta por ellos, a pesar de ser habituales en la época estival.
Mucho denim
Los textiles que triunfarán van de la tradicional lana al denim. El denim es un clásico del armario en cualquier temporada, pero regresa con fuerza a la más invernal, Ferragamo utiliza el denim flocado, desarrollado para parecerse al terciopelo, para darle un toque más sofisticado.
Como no podía ser de otra manera la lana está presente y la firma italiana se decanta por la natté, ligera pero estructurada, ideal tanto para la sastrería como para la ropa más deportiva.
Nicolas Ghesquière propone lana bouclé, para ajustar la cintura en vestidos acolchados.
Como hace 40 años...
Fendi propone para esta temporada un regreso a la década de los 80 con un estilo donde el brillo es protagonista para dar color a los días más grises en looks entallados donde la comodidad es la máxima.
En su caso, Custo Barcelona propone ir más allá de la funcionalidad y apuesta por piezas a todo color en turquesa y adornos de espejo para dar brillo a vestidos mini y plumas para resguardarse del frío.
Lejos quedaron los tonos burdeos, el gris o el negro, sin caerse de la paleta de color de este otoño, lo cierto es que llegan amarillos intensos como los de Moisés Nieto, el rosa en un corpiño de satén de Armani o el blanco de las propuestas de Jacquemus.
Polos opuestos para vestir tus pies
Las botas son inevitables en esta época del año, las de estilo militar con suela potente vuelven tanto como las de caña baja, que se adaptan desde un paseo por el campo a un día lluvioso en la ciudad.
En el extremo opuesto aparecen las de caña extraalta, que cubren hasta el muslo, estilo Vivian Ward, la protagonista de Pretty Woman, que Fendi ha diseñado con cordones cruzados.