El Gobierno de Castilla-La Mancha pretende reunirse con la nueva Comisión Europea y el Comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, para pedir más flexibilidad burocrática a la hora de solicitar alguna ayuda. El consejero del ramo, Julián Martínez Lizán, cuestionó el modelo actual de Europa: «No podemos estar sometidos a tanto papeleo y a tanta vinculación administrativa para el acceso a cualquier línea de ayudas».
Antes de reunirse con el presidente de Asaja en Castilla-La Mancha, José María Fresneda, para conocer la agenda de la asociación agraria en Bruselas. Martínez Lizán recordó que en la pasada reunión con la Comisión Europea reclamaron que las ayudas a la agricultura ecológica «cuenten con financiación suficiente».
Otras de las demandas del Ejecutivo castellanomanchego será la de reclamar la aplicación de cláusulas espejos, en relación con los acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros países: «Solicitamos que haya cláusulas espejo con el fin de asegurar que nuestros productores estén en condiciones de igualdad con los de terceros países».
Relacionado con la reducción de la burocracia en el campo, el titular de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural instó a la Comisión Europea a «dar un paso adelante» en la apuesta por «la digitalización» del sector agroalimentario.
«En definitiva, queremos que la Comisión responda a nuestras peticiones, celebramos que coincidan con las demandas que las organizaciones profesionales agrarias vienen reclamando y en ese sentido apoyamos reivindicaciones como las que Asaja llevará esta semana ante distintos organismos de la Comisión Europea, así como a eurodiputados españoles en Bruselas», destacó Martínez Lizán.
Retos de la nueva PAC. La nueva PAC está «a la vuelta de la esquina». El consejero de Agricultura ya tiene subrayada la fecha para diseñar la arquitectura de la nueva Política Agraria Común para Castilla-La Mancha, la negociación se abordará «a partir de 2028» y la región tendrá «mucho que decir» políticamente hablando.
La nueva PAC deberá afrontar una serie de retos que afectan a la región y a España como son el relevo generacional, lograr rentas justas y equitativas para hacer rentables las explotaciones o impulsar la innovación. Entre todas ellas, destacó que los fondos deben ser «suficientes» con el objetivo de poder gestionar tanto las ayudas directas como los programas regionales «para evitar situaciones como la que ha pasado con la agricultura ecológica».
Asimismo, Martínez Lizán recordó que Castilla-La Mancha no puede dejar pasar los trenes de alta velocidad que pasan por la región, en especial «las oportunidades que va a ofrecer la economía baja en carbono». El consejero aseguró que las explotaciones castellanomanchegas tienen que beneficiarse de estas líneas de crédito ecológicas «que se van a poner en marcha mediante una legislación específica».
Arranque del viñedo. El Gobierno de Castilla-La Mancha no quiere perder «capacidad productiva» ante un posible arranque de viñedo. El titular de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha asegurado que el Ejecutivo estudiará una posible medida de arranque de viñedo que proponga la Unión Europea, pero deberá ser «quirúrgica» ante problemas en Castilla-La Mancha.
El «riesgo» que contempla el titular de Agricultura es que algunos municipios rurales de la región se quede sin empresas, ya que las cooperativas son las únicas entidades que están instaladas en estas localidades.
Martínez Lizán ha distinguido que la realidad de España no es la misma en el centro o el Este de Europa por lo que las «diferencias abismales» también se producen en los modelos de producción y esto deberá tenerlo en cuenta la nueva Comisión Europea.
Dentro del territorio nacional también existen estas diferencias a las que hacía mención el consejero y nombró a La Rioja como uno de los territorios que más dificultades puede tener con el arranque del viñedo. Así, Martínez Lizán se ha permitido el lujo de nombrar a Castilla-La Mancha como «una isla» en el contexto de incertidumbre agrícola y de producción vitivinícola.
El consejero ha reforzado su argumento desgranando que las exportaciones de vino están en «aumento constante año tras año y hay una elevación tanto en el volumen vendido como en el importe cobrado», ha concluido.