«Hemos hecho historia de la aviación española»

Josechu Guillamón
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«El Pacific Skies ha estado repleto de experiencias únicas»

Imagen del teniente Daniel Orenes delante de un Eurofighter. - Foto: Ejército del Aire y del Espacio

El teniente del Ala 14, Daniel Orenes Moreno, es piloto de Eurofighter y ha participado en el ejercicio Pacific Skies, con el que ha cruzado el mundo en 29 días.

¿Qué destacaría de la travesía realizada en el Pacific Skies?

El Pacific Skies ha estado repleto de experiencias únicas y desafíos, tanto personales como profesionales. Desde tierras germanas, se llevó a cabo el primer salto, junto con aviones Eurofighter alemanes y Rafale franceses, cruzando el gran charco y aterrizando en Canadá. Este primer hito supone una hazaña muy importante en la vida de cualquier piloto de caza, ya que sobrevolar durante más de seis horas un océano, realizando numerosos reabastecimientos en vuelo, requiere mucha preparación y horas de planeamiento.

¿Cómo fue el salto a Alaska?

Este vuelo, aproximadamente de la misma duración que el anterior, se llevó a cabo, en parte, por encima de los glaciares del norte de Canadá, un paisaje único que nunca antes habíamos visto desde la cabina del avión. Finalmente, aterrizamos en la base aérea de Eielson, Alaska, donde, cuatro días más tarde, comenzaría el ejercicio internacional Arctic Defender.

Un ejercicio muy exigente.

El día 8 de julio comenzó el Arctic Defender, posiblemente el ejercicio de mayor entidad en el que hemos participado la mayoría de los pilotos. Fueron 10 días muy intensos, trabajando una media de entre 11 y 12 horas diarias, planeando misiones, volando o, en su defecto, apoyando en todo lo que pudiéramos a los pilotos que tenían mayor carga de trabajo.

Durante estos 10 días pudimos experimentar la sensación de volar en un espacio aéreo muy complejo, completamente nuevo para nosotros, con emisores reales de defensas antiaéreas, enfrentándonos también a la barrera del idioma, que siempre complica más si cabe las operaciones. También tuvimos la oportunidad de cooperar con alemanes, franceses y americanos, aprendiendo de su forma de trabajar, sus capacidades y sus sistemas de armas. Además de todo ello, aprendimos mucho sobre la integración de plataformas de quinta generación, como el F-22 o el F-35, en misiones complejas de gran entidad, en las que llegaban a participar hasta 60 aviones.

Además han usado armamento real.

Una de las mejores experiencias que nos hemos llevado de Alaska ha sido el lanzamiento de 24 bombas GBU-16 reales (dos por piloto), de 500 kilos y guiado láser. Después de tanta preparación y misiones de entrenamiento, poder salir a volar en Alaska con dos bombas reales colgadas del plano, lanzarlas y ver cómo explotan, supone una gran dosis de confianza tanto en nuestro avión como en nosotros mismos y una motivación increíble.

El siguiente paso fue llegar a Australia.

Tras el Arctic Defender, tocaba pasar página y centrar todos nuestros esfuerzos en el siguiente objetivo: posicionar los cuatro aviones en Australia, donde tendría lugar el relevo con el Ala 11. Este gran salto, se dividiría en dos tramos: Alaska-Japón y, al día siguiente, Japón-Australia.

¿Cómo ha sido participar en una misión como ésta?

Sinceramente, todos y cada uno de nosotros nos sentimos muy orgullosos y afortunados de haber realizado con éxito y aprovechamiento un hito sin precedentes en nuestro Ejército del Aire y del Espacio. Podemos decir con mucha honra que hemos hecho historia de la aviación española y que con esfuerzo, sacrificio y perseverancia podemos lograr incluso más de lo que imaginamos.

Supongo que también ha sido importante en su formación como piloto.

Participar en un ejercicio de este calibre ha supuesto sin lugar a dudas un salto tanto profesional como personal increíble. Como he mencionado anteriormente, la integración con plataformas de quinta generación, el empleo de armamento real, los planeamientos conjuntos con pilotos de otros países, los saltos a cuatro países distintos en cuatro continentes diferentes, así como volar en un espacio aéreo tan complejo y tan versátil a la vez, son oportunidades únicas que nos vamos a llevar para siempre.