El Museo Municipal de la Cuchillería acogió la entrega de premios de la vigésima tercera edición del concurso de fotografía sobre la Cuchillería, con la inauguración de la exposición, que corrió a cargo de la concejal de Emprendimiento y Promoción Económica, Lucrecia Rodríguez de Vera, acompañada de otros representantes de la Corporación, miembros del jurado y patrocinadores del certamen. 

El premio a la Mejor colección, recayó en Teatro de Sombras, de Fernando Flores Huecas, de Móstoles, Madrid, galardón dotado con 1.500 euros y navaja conmemorativa. Los accésit, dotados con 295 euros y navaja, fueron para Cristóbal Martín Delgado, de Sevilla, por Cotidiano y para el albacetense Justiniano Muñoz Jiménez, por En mis sueños. El accésit autora joven, dotado con 295 euros y navaja, correspondió a Isabel Gómez Gómez, de Chinchilla, por Guernica.

 Lucrecia Rodríguez de Vera recordó que el concurso surgió en  2001 y en 2004 el certamen pasó a ser gestionado por el Consorcio  del Museo de la Cuchillería y, además, en la  esta exposición, que se podrá visitar hasta septiembre, «se muestran 60 fotografías seleccionadas entre las 296 obras presentadas, internacionales, 20 más que el año pasado».

Recordó la concejal de Emprendimiento y Promoción Económica que «gracias al certamen esta institución cuenta con un fondo gráfico de 1.035 fotografías de 300 artistas, imágenes de alta calidad y originalidad, navajas, tijeras, cuchillos, corte, oficio, industria de la cuchillería de Albacete, que son protagonistas con los propios artistas, fotógrafos forjadores de imágenes llenas de fuerza. Unos premios, en la presente edición patrocinados por Arcos Hermanos y las navajas conmemorativas, que se entregan a los premiados, han sido realizadas por la Escuela de Cuchillería Amós Núñez».

El fotógrafo premiado, Fernando Flores Huecas, indicó que mi obra «es una serie que hice hace un tiempo, la presenté en el concurso y la verdad es que me ha sorprendido, estoy muy contento».

Añadió que «la técnica es analógica, se parte de negativo de película, formato medio, y están hechas en estudio, en un taller de fotografía. Es una catana en movimiento, sobre un fondo negro y lo que intenta representar, justamente es un objeto en movimiento, la relación que hay entre la luz y ese objeto». En cuanto a sus sensaciones, dijo que «los premios siempre  dan alegría, pero dentro de lo que es un concurso, porque estas cosas, igual que un jurado las falla de una forma, lo podría haber hecho de otra, es subjetivo».