Como pasa con todas las tecnologías nacientes, el largo camino de la implantación de la movilidad eléctrica también tiene sus baches, que en Albacete conoce de primera mano la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Llanos Valero, ya que su departamento es el que concede los permisos y  supervisa entre otras cosas el desarrollo de la red de recarga.

¿El centenar de áreas de recarga que hay en la provincia son suficientes para atender la demanda?

Bueno, en realidad no son 100, son casi 250. Lo que pasa es que no todas son de acceso público, no es lo mismo un punto de recarga en una gasolinera al lado de la autovía que otro que esté, por ejemplo, en un hotel que lo instala para uso exclusivo de sus clientes.

¿Hay algún tipo de criterio legal que se siga para instalarlos?

Hay un mínimo legal, que establece que las gasolineras de  gran demanda, las que vendan por encima de cinco millones de litros anuales de combustible, deben prestar el servicio de recarga para vehículos eléctricos. En toda la provincia habrá una decena de gasolineras que esté sometidas a este criterio, la mayoría de ellas en la capital.

¿Además de las 250 a las que se refería, hay más áreas de recarga en marcha en la provincia?

Sí, ahora mismo tenemos seis proyecto nuevos, de los que tres ya están en marcha y los otros tres están en proceso de tramitación. 

¿Y cuanto se tardan en tramitar?

Depende de la envergadura que tenga el proyecto. Con los de mayor tamaño, el proceso ronda los tres meses pero con los puntos más pequeños, si todo está en regla, es casi automático.

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