La historia del CP Villarrobledo parece llegar a su fin. Los últimos acontecimientos así lo anuncian. Después de que el martes se cumpliera el plazo dado por los jugadores para recibir esos 30.000 euros con los que abonar una nómina de las dos adeudadas y poder pagar una deuda como requisito indispensable para poder recibir dos subvenciones, los jugadores empezaron una desbandada que ha terminado con la confirmación oficial de que el equipo no viajará este sábado a Villacañas para jugar su partido correspondiente a la jornada en la Tercera RFEF.
Si la plantilla ya era corta, en los últimos días han salido siete jugadores, lo que con lesionados y sancionados no se llegaba ni a los 11 con los que comenzar el choque.
El CP Villarrobledo lo anunciaba así en las redes sociales. "El equipo no viajará el próximo sábado día 25 a Villacañas, ya que por la situación del club no se cuenta con los jugadores necesarios para ello y tampoco podemos ofrecer a los mismos unas condiciones mínimas para dicho desplazamiento y partido". Hay que recordar que, a la segunda incomparecencia que se produce en una misma temporada, un equipo es expulsado de la competición y descendido de categoría.
También hay que señalar la salida del técnico, Sergio Aracil, que sobre el mediodía publicaba un comunicado en las redes sociales señalando que "se acaba una etapa".
El propio técnico señalaba hoy mismo en Radio Azul que "ayer se nos comunicó por parte de la directiva que esto no tiene solución. Cumplido el plazo que se dio y con las bajas existentes, me sentía incapaz de reconstruir este proyecto comuniqué a todo el mundo que yo no seguía" y culpó a la directiva porque "si en noviembre, cuando empezaron los impagos, se hubiese hecho un comunicado por parte de la directiva señalando que se había gestionado mal el presupuesto y pidiendo ayuda estoy convencido de que seguiríamos compitiendo, pero no quisieron y la ayuda se pidió demasiado tarde".
"Triste, apenado, engañado, vacío, así acabó", comienza la despedida del técnico en las redes sociales, en la que relata las inumerables "piedras en el camino" que se fue encontrando desde su llegada, pero resaltando que, deportivamente, la temporada iba sobre ruedas. "el equipo está en puestos de playoff de ascenso a Segunda RFEF, sólo una derrota en los últimos 14 partidos, una idea de juego en la que todos creíamos y con la mayoría de los jugadores alcanzando su mejor versión. Todo esto, con retrasos e impagos desde el mes de octubre. Pero ya nunca sabremos lo que hubiera logrado este equipo si hubiéramos podido terminar la temporada".
Agradece el apoyo y empuje que tuvo en la figura de Carlos Munera y también a los jugdasores "que me habéis vuelto a hacer disfrutar del fútbol y habéis dignificado a este deporte dentro y fuera del campo". También hubo palabras para el resto del cuerpo técnico y, por supuesto, para la afición. "Gracias también al pueblo de Villarrobledo, por acogerme como un vecino más y haberme permitido ser feliz en mi día a día. Ha ido un honor dirigir al CP Villarrobledo 52 partidos. El destino dirá si nos volveremos a encontrar en el futuro. Hasta siempre".