Jacinto Navarro Calero (Albacete, 1968) llegó a la directiva del Albacete Basket cuando Pedro Torres se hizo cargo de la presidencia en junio de 2019. Tras la marcha de Torres en octubre de 2022 asumió el papel de presidente, cargo que ahora deja en manos del que ha sido secretario del club, Rafael Ortega, aunque seguirá formando parte de la directiva.
¿Por qué ese paso al lado, dejar la presidencia del club?
Es porque alguna gente se podía sentir incómoda o creía que podían mezclarse términos, siendo presidente de un club de baloncesto y estando como concejal en el Ayuntamiento, aunque al estar en la oposición no hay ningún tipo de gestión, lo más que puedes hacer es criticar lo que ves que no está bien en el deporte y si esa crítica puede perjudicar al baloncesto, a tu club, pues lo mejor es dar un paso al lado y que otro compañero encabece la junta directiva. Yo entiendo la política como un servicio público, un servicio al ciudadano, no me mueve otro interés que ayudar desde la oposición a que la gente del deporte viva cada vez mejor y no sé como ser presidente de un club puede interferir en eso, no sé qué beneficio puedo obtener. En este país la política a veces es fea, algunos la hacen fea. Es bastante sectaria y se piensa que por estar en un sitio u otro hay un beneficio cruzado y no le encuentro explicación.
Para la gente que no le conocía, tiene un largo historial en el baloncesto de Albacete.
Fui presidente del Albacete Basket antes que político. Me hice presidente en octubre de 2022 y entré como concejal del PSOE en 2023. Ahora tengo 56 años y cuanto tenía 14 empecé a jugar en el CABA, así que llevo 40 años vinculado a este deporte de una manera o de otra.
¿En qué situación se encuentra ahora mismo el club?
El deporte profesional en general, fuera de lo que es el fútbol, es realmente complicado porque los recursos están muy mediatizados y hay que llamar muchas puertas, no sólo públicas, también privadas, para explicarles lo que significa colaborar con el baloncesto. Tenemos 16.000 seguidores en redes sociales, tenemos casi un millar de aficionados que cada partido llenan las gradas del Pabellón del Parque, tenemos acceso a mucha gente joven y que la imagen de una empresa se asocie con nosotros puede tener un beneficio que a la gente le cuesta entender. Estamos eternamente agradecidos a nuestros patrocinadores, como Bueno Arenas, que hace tres años que da nombre al equipo, pero son pocas las empresas que confían en nosotros, cuesta mucho llegar.
Es algo, esa falta de ayudas, que parece ir ligado al baloncesto a lo largo de su historia.
Parece que es una religión. Si no eres fútbol, es muy complicado y lo que nos pasa a nosotros les pasa al resto de deportes y lo puedes hablar con Jesús Corredor del Albacete FS o Pepe Roldán del Balonmano Albacete, o con la gente del Adeva de voleibol. Todos estamos en la misma situación. Nuestra plantilla es profesional, todos los jugadores cobran un sueldo y les pagamos alojamiento y manutención; eso requiere un presupuesto que es muy complicado de completar.