Los libros salvan vidas y las bibliotecas de Castilla-La Mancha también. La Delegación del Gobierno y la Consejería de Educación han firmado esta mañana un convenio para poder habilitar en las más de 500 bibliotecas que hay en la región un punto violeta para informar y socorrer a las mujeres víctimas de la violencia.
"Las bibliotecas se convierten en algunas ocasiones en servicios donde se recoge absolutamente todo", explica el consejero de Educación, Amador Pastor, "desde el que necesita sacar un billete de vuelo y dice 'bibliotecario, ayúdame' a quien puede llegar con 'vengo con un ojo morado porque me ha pegado alguien'. Tristemente esto pasa". Por eso quieren que las puertas de las bibliotecas sean puertas violetas para ayudar a las mujeres víctimas.
La delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, contó que por parte de la Delegación aporta material, las guías, la cartelería para estos puntos violetas y también la formación que pueden recibir los bibliotecarios que voluntariamente se apunten. Señaló que se les va a preparar "para atender a las personas que lleguen allí con problemas de violencia de género, para saber actuar". Explica que las víctimas contarán así "con un recurso más" para poder salir de una situación tan complicada. Destaca que es un punto de partida para seguir trabajando entre administraciones, algo que ve "imprescindible siempre y en este caso más porque corre peligro la vida de las mujeres".
El consejero desveló que esta colaboración se empezó a fraguar precisamente en la última entrega de los Premios Menina por parte de la Delegación del Gobierno coincidiendo con el pasado 25 de noviembre, Día para la Erradicación de la Violencia de Género. Una de las premiadas era la directora de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que también ha estado hoy en la presentación de esta iniciativa. "Las bibliotecas públicas prestan un sevicio de lectura, pero tenemos que sacar pecho de la fortaleza de la amplia red de bibliotecas", expuso.
La Consejería empezará ahora a distribuir esta información y estas posibilidades de formación para bibliotecarios. Hay que recordar que muchas bibliotecas son de competencia municipal y en ese punto Pastor quiere convencer a todos los ayuntamientos con diálogo y consenso, ante la posibilidad de que pudiera haber algún consistorio renuente a tomar esta medida. "Nos podemos encontrar, no nos sorprendería, con casos de censura de acceso a la libertad y la cultura", admite, "no vamos a forzar ningún tipo de situación". Ahora bien, avisa de que ante la violencia de género y la desigualdad, "quien le dé la espalda, qué equivocado está".
Llegan las estanterías arco iris. No es la primera iniciativa en favor de la igualdad de género que hacen las bibliotecas. No es difícil encontrarse estanterías violetas en las que destacan obras con un mensaje feminista, de grandes escritoras o con mujeres protagonistas insiradoras. Ahora la Consejería de Educación quiere hacer algo parecido, pero con 'estanterías arco iris'.
En este caso la temática será LGTBI. «Serán de inicio 200 bibliotecas, pero estamos dispuestos a llevarlas a todas las bibliotecas que nos lo demandan», garantiza el consejero de Educación. Pastor esgrime que se trata de «colectivos que necesitan ser visibles, normalizar su presencia en la vida diaria y lo hacemos a través de la literatura».