Kassandra De Müller (Carmen Cabañero García), presenta mañana, a las 19 horas, en el claustro del Ayuntamiento de Villarrobledo Cumbres Visionadas, dentro de la Trilogía Atmósferas, su Volumen III. La escritora y pintora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra. 

Acaba de salir la tercera parte de la Trilogía Atmósferas. 

Así es, acaba de aparecer Cumbres Visionadas es un viaje introspectivo, que sigue  la línea de los anteriores, explora las emociones y las reflexiones del ser humano y nos invita a escalar unas cumbres metafóricas, de cada uno de nosotros, y alcanzar nuestra propia altura de conciencia y autoconocimiento. Cumbres Visionadas es un viaje del alma humana  que culmina. 

¿Cierra el ciclo con 'Cumbres Visionadas'?

Cerramos el ciclo de lo que es  el viaje del alma humana, pero siempre hay un ciclo de ida y vuelta, entonces, me estoy planteando hacer otra trilogía del viaje a tierra, un retorno, para poder cerrar ese ciclo, podemos decir.  

¿Qué plantea en esta obra?

Como dice el título Cumbres Visionadas  es terminar el camino prácticamente, pasar por emociones, sentimientos, mirar a nuestro interior, es una especie de catalizador de emociones, es transformador, mirar a nosotros mismos para transformar lo negativo en positivo. Entonces, se llega a ese punto en el que te encuentras contigo mismo como ser humano, sabes quién eres ya.  

¿Una obra personal?

La trilogía parte, sobre todo, de experiencias personales, porque los escritores, los artistas, siempre aportamos nuestro grano de arena a las obras que vamos haciendo. En este caso, para mí fue un viaje realmente transformador crear la trilogía, a partir de ciertas circunstancias de mi vida. Me di cuenta que todos pasamos por las mismas etapas en el viaje del alma y tenemos que aprender, sobre todo, a saber quiénes somos y cuál es nuestra misión en la vida. Ahí te reencuentras con lo que es la esencia y en ese viaje estamos todos. 

¿Es posible saber cuál es nuestra misión en la vida?

Pienso que cuando uno toca fondo por cualquier circunstancia  es cuando se da el cambio en las personas. Si estamos en nuestra zona de confort es más complicado dar el salto y transformar algo. Entonces, cuando llegas a las profundidades tienes que resurgir, cambias mentalmente y transformas todo.  

¿Es una obra de autoayuda o se aleja de esto?

Es un libro de crecimiento espiritual, puede decirse también que de autoayuda, es una búsqueda de nosotros mismos y si eso puede considerarse autoayuda, pues claro, porque miras hacia tu interior, a través de la prosa poética y de las ilustraciones, que también son mías. 

¿La presentará?

Sí, el día 27, en el claustro del Ayuntamiento de Villarrobledo, a las 19 horas, y aprovecho para invitar a todo el mundo, porque hablaré de Cumbres Visionadas y del resto de la trilogía, claro. También está prevista la presentación en Albacete, pero tengo que organizarlo. Como pertenezco a la Asociación Literaria Quijote, el año pasado presenté la segunda parte, Reflejos Piramidales, en la Biblioteca Pública, junto a Manuel Sánchez. En este caso, tendría que hablarlo para ver en qué fecha se puede hacer.  

¿Continuará con la siguiente trilogía?

Bueno, ahora lo que tengo pendiente es esa segunda parte, pero como también pinto estoy pendiente porque quiero hacer una exposición de pintura. Ya están hechos unos 20 cuadros y quiero llegar a los 35 para hacer mi primera exposición individual de pintura, que me hace mucha ilusión. Es una muestra que tiene una cohesión, es como una colección, por eso todo está aún en proceso.