El próximo miércoles se cumplen 50 años del fallecimiento del arquitecto Julio Carrilero Prat, una de las personalidades más importantes del Albacete moderno, que gracias a su trabajo permitió que la ciudad diera el paso definitivo para convertirse en lo que es actualmente, una capital moderna, cómoda y fácil de habitar.
Julio Carrilero dejó su selló en cientos de edificios, gran parte de ellos son emblemas de la ciudad, como su primera gran obra, la Plaza de Toros, nuestra querida Chata, que lleva en pie desde 1917 y que se construyó en apenas un año, un auténtico récord para la época.
El otro gran legado que nos dejó Carrilero fue la ampliación del RecintoFerial con tercer anillo que permitió a nuestra querida Feria pasar de ser una especie de mercado a un evento mucho más importante. Vamos que se puede decir que gracias a su visión de futuro, Carrilero permitió que la Feria se fuera convirtiendo en una de las mejores de España, tal y como sucede actualmente.
Solamente por estas dos grandes obras el nombre de JulioCarrilero merece estar escrito con letras de oro en la historia de la ciudad, pero es que su legado es mucho mayor. El centro de la capital, el que todo el mundo admira ahora gracias a la peatonalización, es prácticamente una obra suya.
De hecho, no estaría nada mal bautizar al recorrido que se puede hacer desde el Paseo de la Libertad a la Punta delParque como el Paseo de Carrilero porque sólo en ese trayecto se pueden contemplar un sinfín de edificios diseñados por este arquitecto albacetense.
El recorrido puede iniciarse en la esquina de la calle RircardoCastro, en el antiguo Hotel Regina y desde ahí se pueden admirar varios de sus edificios más emblemáticos como el Hotel Altozano, el Colegio de Médicos, una parte del Gran Hotel, todo ello en la plaza del Altozano. Ya en la calle Ancha, la producción de Carrilero aumenta, con monumentos como la sede delColegio Notarial, la Casa Buendía, el edificio de Bancaja, originalmente conocido como Casa Julia Gómez Alfaro o la Casa de Juan López, que forman las famosas cuatro esquinas.
El paseo sigue hacia la Avenida de España, donde, justo antes de llegar, el paseante puede admirar el Chalet Fontecha, antigua sede de la Cámara de Comercio y terminar el recorrido admirando el Instituto Bachiller Sabuco.
Pues bien, se cumplen 50 años de su muerte y se antoja obligatorio que el Ayuntamiento rindiese un merecido homenaje a un hombre que dejó su sello en Albacete y que fue uno de los grandes artífices del crecimiento de la ciudad. Lo contrario sería demostrar una falta de conocimiento sobre la figura de Julio Carrilero y su legado.