«Es urgente eliminar la definición de excedentes del Tajo»

LT
-

La directora de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss apunta que «el Tajo puede perfectamente llegar a ser un río en buen estado ecológico, disfrutable por la ciudadanía, pero para eso necesita que se tomen soluciones valientes cuanto antes»

«Es urgente eliminar la definición de excedentes del Tajo» - Foto: Yolanda Lancha

¿Cómo está este verano el Tajo?

A su paso por Toledo, esta primavera y verano la ciudadanía ha podido detectar cambios en el río. Aparentemente, está más vivo que nunca desde la mitad del Casco histórico, más o menos, hasta que pasa por debajo del puente de San Martín, ya que como consecuencia de la DANA de septiembre 2023 se rompió el Azud de Santa Ana, lo que ha provocado que se vacíe toda el agua que se encontraba almacenada entre el azud de Romaila y este, observándose ahora la realidad del escaso caudal circulante. Aunque el caudal es escaso, es importante remarcar que circula, que no está estancado, lo cual es muy beneficioso para el río: ahora el agua se mueve, cae desde el azud de Romaila como una cascada digna de verse, y circula someramente entre piedras, dejando en las orillas las playas al descubierto, algo que no habíamos visto con anterioridad. Merece la pena acercarse a verlo, teniéndolo como lo tenemos aquí mismo, en la ciudad.

¿Cómo debería estar dentro de tres años, cuando se supone que entrarán en funcionamiento los nuevos caudales ecológicos mínimos?

Me temo que igual. Porque estos caudales ecológicos mínimos que establece el Plan Hidrológico del Tajo desde el 1 de enero de 2027 son demasiado bajos para suponer algún cambio en Toledo. Prácticamente siempre circulan por Toledo caudales superiores a esas cifras de caudales mínimos que se han establecido en el Plan Hidrológico del Tajo, por lo que no vamos a notar la diferencia. Lo que se necesitaría, por un lado, es aumentar el caudal ecológico mínimo en Aranjuez, para que la proporción de agua limpia que llega desde el Tajo sea mayor que la actual respecto a la que llega del Jarama, que es prácticamente constante. Y, por otro lado, lo que debería aumentarse es el caudal que circula realmente, intentando que se parezca lo más posible al caudal natural. Esto sí sería efectivo como solución.

¿Cree que es necesaria la modificación de las reglas de Explotación del Trasvase Tajo-Segura para mejorar la gestión de la cuenca?

Esta modificación es absolutamente necesaria, es imprescindible, pero no solo por los caudales ecológicos mínimos que se han establecido para 2027 y que deben hacerse circular desde cabecera, sino para que la cuenca del Tajo pueda gestionar los recursos disponibles de forma autónoma. Se necesitan recursos de los embalses de cabecera para incrementar los caudales circulantes, para poder gestionar sin restricciones. Se debería eliminar la definición de excedentes del Tajo que se encuentra recogida en las actuales reglas de Explotación, porque dado el mal estado en el que se encuentra el Tajo medio, al río no le sobra agua. Así mismo, debería eliminarse de esas reglas el desembalse máximo al Tajo que se fijó, para que pueda disponer de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades ambientales, es decir, para recuperar el buen estado y para satisfacer todos sus usos, todos los que entre los actores y gestores de la cuenca del Tajo acuerden. 

Tras las últimas sentencias, ¿ya están más despejada la aprobación de estas modificaciones?

No, no guarda relación una cosa con la otra. Las últimas sentencias del Tribunal Supremo lo único que han hecho ha sido no anular la modificación de las Reglas de Explotación de 2021, tal y como solicitaban los demandantes. Digamos que se ha conseguido consolidar la reducción de cantidad que hay que trasvasar cuando los embalses de cabecera se encuentran en Nivel 2, de 38 a 27 hectómetros cúbicos. El Tribunal Supremo no ha aceptado como válidos los argumentos de la importancia del agua en las zonas receptoras del trasvase como motivo para no rebajar las cantidades trasvasadas.  Pero esta modificación es de 2021 y, desde entonces, hemos asistido a la aprobación del Plan de cuenca para el periodo 2022-2027, en el mes de febrero de 2023, donde se decía que en febrero de 2024 deberían volver a revisarse dichas Reglas de Explotación. Desde entonces, estamos todavía a la espera del informe que haga el CEDEX y de la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica.

Pero si seguimos sin fecha para su aprobación, ¿cómo se podría acelerar?

Me temo que de ninguna manera. Nosotros, como Cátedra del Tajo UCLM-Soliss hicimos nuestros deberes, y en octubre-noviembre de 2023 hicimos una propuesta técnica. A las cifras no se les puede dar muchas más vueltas: si de verdad se respeta el objetivo de que las nuevas reglas minimicen las situaciones de excepcionalidad hidrológica contemplando las necesarias salidas al Tajo para satisfacer los caudales ecológicos mínimos, salen unas cantidades a trasvasar que son las que ya conocéis por nuestra parte. Todo lo que se aleje de ahí habrá tenido en cuenta cuestiones diferentes a las contempladas en las posibilidades de cambio. 

¿Qué cambios traerán al río a lo largo de los próximos años?

El Tajo puede perfectamente llegar a ser un río en buen estado ecológico, disfrutable por la ciudadanía, pero para eso necesita que se tomen soluciones valientes cuanto antes. No vale seguir dejando pasar el tiempo. No voy a opinar de una propuesta oficial de nuevas reglas de explotación que todavía no conocemos, pero sí sabemos que el Tajo medio necesita unos caudales circulantes más altos y que se asemejen más a su régimen natural. Eso sí sabemos que sería beneficioso para el río, mientras que a través de avances tímidos, pequeños, como lo fue la rebaja de la reforma de 2021, solo veremos la solución a muy largo plazo, no en los próximos años.

¿Se podría todavía introducir algún cambio más durante la tramitación de estas modificaciones para beneficiar al río?

Sí, claro. Entiendo que en el proceso se contempla un periodo de alegaciones a la propuesta oficial del Ministerio.

La sociedad y la Cátedra no se conforman con estas modificaciones de las reglas de Explotación del Trasvase. ¿Qué reivindica más allá?

Como he comentado, además de unos caudales circulantes que se asemejen lo más posible al caudal natural, se necesita con urgencia una reducción de la concentración de contaminantes, para lo que es necesario mejorar la depuración de las aguas residuales urbanas e industriales de toda la cuenca vertiente y, por supuesto, evitar los vertidos puntuales con gran carga contaminante. A estas dos cuestiones, hay que añadir que el río necesita continuidad, es importante considerar la paulatina desaparición de los obstáculos sin uso que impiden la libre circulación de los caudales. Tan importante es la morfología del río como la calidad.  

¿Y el cierre del trasvase?

La modificación de las reglas que se plantee ahora, las que estamos esperando, dirán hasta qué punto se puede seguir manteniendo el trasvase o no, siendo conscientes de que las necesidades ambientales del río Tajo (que recordemos que no son solo los caudales ecológicos mínimos, sino también los caudales de avenida, por ejemplo) son absolutamente prioritarias a las de la zona receptora del trasvase.

¿Qué opina de la tubería manchega?

La llamada tubería manchega no deja de ser un trasvase del Tajo al Guadiana para intentar arreglar una cuenca con problemas de sobreexplotación en sus acuíferos. Desde este enfoque, parece evidente que primero tendría que ponerse orden en las concesiones y en los pozos ilegales que contribuyen a la sobreexplotación del acuífero, antes o, al menos, mientras se solicita agua del Tajo.

Hasta el día de hoy nos habían dado muchas explicaciones sobre las espumas del Tajo, que si las provocaba el caudal, el frío… ¿A qué se deben realmente? 

Se sabe que los días que tiene espumas, la contaminación por amonio y fosfatos es más alta, siendo en ocasiones los valores de amonio 50 veces y de fosfatos 25 veces más altos de lo permitido. Esto nos muestra el origen urbano-industrial de las espumas, ocasionadas por los tensoactivos presentes en geles, detergentes, y en la actividad industrial. Con esta altísima concentración de contaminantes, sabemos que cualquier vertido puntual de tensoactivos puede generar las espumas. También hemos concluido que las espumas aparecen con todo tipo de caudales, altos y bajos, por lo que en el caso de Toledo no se concluye ninguna causalidad entre el caudal y las espumas. Respecto a la temperatura, se concluye que los días con espumas no hay, por término medio, una menor temperatura del agua. 

Este último estudio da la razón a la Cátedra cuando pide a la CHT que sea más estricta con 14 depuradoras de Madrid que vierten al Jarama. ¿Tenemos ya alguna respuesta?

La labor de la CHT es ser estricta con la depuración de todas las poblaciones de la cuenca del Tajo. De todas ellas, la más poblada es Madrid, y por ello contribuye en mayor medida a la contaminación del Tajo. La CHT creo que ha impuesto autorizaciones de vertido más estrictas a algunas de las depuradoras de Madrid, pero estas no están todavía en condiciones de cumplirlas. Para eso hace falta que se pongan en marcha y finalicen las inversiones necesarias. Lo cierto es que hay que empezar en algún momento el proceso para poder llegar a cumplir el objetivo cuanto antes.  

Hay que trabajar en otras cuestiones, como la biodiversidad. ¿Cómo lo están haciendo?

El primer objetivo es recuperar el buen estado ecológico y ello lleva implícito unos buenos datos de indicadores biológicos. Quiero decir, que buscando la mejora de la calidad del agua y buscando unos caudales circulantes parecidos a los del régimen natural, en un río con cuantos menos obstáculos mejor, se obtendrán unos buenos indicadores biológicos, indicativos de un río sano, con una biodiversidad rica.