La demanda de atención especializada para dejar las adicciones con o sin sustancia de forma ambulatoria a través de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, experimentó un repunte durante el pasado ejercicio 2023, al contabilizar una cifra de pacientes atendidos que llegó a los 1.400, frente a los 1.292 del año 2022, lo que representa un incremento del 8,4%. De esta cifra 1.328 por sustancias psicoactivas, y 72 por adicciones sin sustancias. En 2021 fueron 1.320 los pacientes que acudieron a este dispositivo para recibir ayuda profesional, una cifra similar a los 1.329 con los que los profesionales de este recurso intervinieron en 2020; en 2019 fueron 1.286 los usuarios tratados en la UCA.
La doctora Isabel del Amo, coordinadora de este recurso, aseguró que en la UCA se ofrece un tratamiento específico para personas con problemas de adicción, con un abordaje integral, que precisa tanto de recursos como de profesionales de distintos ámbitos, bajo un enfoque personalizado y humanizado, que busca en todo momento acabar contra la estigmatización.
El acceso a este dispositivo se realiza con cita previa y derivación tramitada la mayoría de las veces a través del médico de Familia en el centro de salud de cada paciente, aunque también desde atención especializada o desde Urgencias psiquiátricas con informe.
Eso sí, las terapias de grupo, que se vieron interrumpidas durante la pandemia del coronavirus, no se han retomado, «influido entre otros motivos por el reducido espacio físico de trabajo en las instalaciones de la Unidad y por ser necesario por tanto el desplazamiento al Hospital Nuestra Señora del Rosario».
Asimismo, en 2023 se produjeron 568 admisiones y readmisiones de pacientes por sustancias psicoactivas, de ellas 480 hombres y 88 mujeres. Como es habitual, tendencia que se mantiene año tras año, pero con una ligera subida en 2023, casi el 40%, en concreto, 39,2% (223) de las nuevas demandas de tratamiento en la UCA fue por alcohol, en 2022 ese porcentaje fue dos puntos inferior, del 38%. Sumando los pacientes de ejercicios anteriores (285) que continuaban tratamiento a 1 de enero de 2023 por consumo abusivo de alcohol, con los que de nuevo se han incorporado a terapia para iniciar la deshabituación la cifra se eleva a 508 usuarios atendidos por este motivo.
De esta cifra, las mujeres con problema de alcoholismo tratadas el pasado año fueron 96, cuatro menos que las100 del ejercicio anterior, representan por tanto el 19% de pacientes con esta adicción. Por cada mujer en tratamiento por uso de alcohol hay cinco hombres. La doctora del Amo afirmó que «la diferencia por sexo está en el estigma de la mujer con adicción, lo que dificulta claramente el acceso al tratamiento para dejar el alcohol».
En su opinión «ser un adicto comporta un estigma, ser comporta y adicto supone dos estigmas, y tener una adicción si eres mujer y si además cuenta con una patología psiquiátrica es el sumun de la problemática a la hora de hacer un seguimiento a estas personas».
Agrega la doctora del Amo que «en la práctica clínica se observa cómo las mujeres progresan de un consumo recreativo a un patrón de dependencia en un intervalo de tiempo menor que los hombres. Además, pueden manifestar un síndrome de abstinencia más intenso durante el período de desintoxicación, con un mayor número de recaídas, así como una mayor comorbilidad con otras patologías como ansiedad o depresión».
La mayor parte de las personas en tratamiento de desintoxicación en la UCA durante el año pasado realizaron su intervención de manera ambulatoria, aunque algunos pacientes requirieron ingreso y derivación a un centro terapéutico. En esta última situación se encontraron el año pasado nueve pacientes, ocho varones y una mujer. La mayoría de estas desintoxicaciones hospitalarias se realizan en la Unidad de Hospitalización Breve del Servicio de Psiquiatría del Sescam en la capital. Seis de estos ingresos hospitalarios fueron con motivo de alcoholismo, dos de opiáceos y una de cocaína.
Tras el alcohol, la sustancia con mayor demanda entre los adictos que pidieron atención especializada en la Unidad de Conductas Adictivas fue la cocaína, por la que recibieron intervención el pasado año 422 pacientes, 364 varones y 58 mujeres, cifra de la que ya había en tratamiento a 1 de enero 213 usuarios y se sumaron entre nuevos y recaídas otgros 209 más; le siguen los enfermos tratados por consumo de opiáceos, que en 2023 llegaron a 186, 151 hombres y 35 mujeres; por adicción al cannabis recibieron intervención profesional 172 personas, 147 varones y 25 féminas; por el abuso de hipnóticos y benzodiacepinas pidieron ayuda en este recurso 15 personas (ocho mujeres y siete hombres) y 11 para dejar el tabaquismo.
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