La alavesa Susana Abaitua empezó en el mundo de la interpretación con tan solo 16 años pero su rostro y su valía profesional lo conocieron el público en general gracias a su memorable papel de Nerea en la serie Patria. Desmontando a Lucía es una comedia con toque de thriller negro donde interpreta a una joven que dice que es amnésica
¿Le intrigó mucho, cuando, leyó el guion, el personaje de Lucía, esa mujer con vacíos mentales?
Me intrigo la película, no había leído una historia así nunca. Es que mezcla cine y humor negro, comedia, amor. Reconozco que cuando leí el guion, y el personaje que iba a interpretar de Lucía, me asustó. Me pregunté: ¿Esto qué es? ¿Por dónde me va a llevar? Estaba rodando en la India, la película Valle de Sombras. Les contesté que no podía responder por la lectura del guión, necesitaba conocer al director, Alberto Utrera, porque quería entenderla bien. De él me encantó su cabeza, su arte, su humildad, sus ideas claras y su forma de trabajar. Me enamoré del personaje de Lucía y volvería a trabajar con Alberto si me lo pidiera.
El filme plantea un tema interesante: ¿Puede un drama de infancia justificar los actos del futuro?
Es de lo que habla la cinta. Una cosa muy bonita que tiene Lucía, y que le pasa con Simón, es que salen de la casa, después de contemplar al individuo que tiene atado en ella y él le pregunta: ¿Por qué no saliste huyendo de mí? Y Lucía le contesta, «porque cuando vi como le dabas de beber y de comer, entendí que detrás había una historia». Yo no voy a justificar las conductas de la gente, porque todos debemos saber comportarnos, pero es importante tener más empatía si somos capaces de ver algo más de lo que es evidente.
A mí la cinta, dándole una vuelta, me ha hecho reflexionar sobre la delgada línea entre la cordura y la locura que pugna en el interior de cualquier ser humano.
Como actriz lo que me provocó es que tenía que tomar una serie de decisiones sobre mi personaje. Aclararme si tiene amnesia o no, distorsiona o se lo inventa. A partir de aquí entendía cosas como que todos hemos tenido una historia de amor que al principio dices que ha sido la experiencia más horrorosa de su vida y, seis meses más tarde, lo recuerdas de forma mucho más amable.
En tu carrera profesional ¿hay un antes y un después, al menos a nivel popular, después de trabajar en la serie Patria?
Sí, le debo mucho a mi personaje de Nerea en Patria. Pero realmente fueron dos proyectos que coincidieron en el tiempo, en el mismo año. Además de Patria, serie que amo, se estrenó en Netflix la comedia Loco por ella, que fue un bombazo entre la gente joven. Fue un año de dos proyectos en los que intervine que funcionaron muy bien a nivel crítica y público, y Loco por ella la contemplaron muchas personas adolescentes a los que gustó mucho. La mezcla de las dos, un dramón y una comedia, provocó que el público me redescubriera más como actriz.