El concejal de Infraestructuras, Julián Garijo, siguiendo instrucciones del alcalde Manuel Serrano, ha dispuesto la reconsideración inmediata de las obras de puesta en marcha de un nuevo carril-bici en la Avenida del Teatro.
La suspensión responde al hecho de que la realización de esta obra conlleva la supresión de un importante número de plazas de estacionamiento, ante lo que los vecinos de la zona, tanto a título individual como a través de las asociaciones vecinales, están trasladando su rechazo. Vecinos y trabajadores de la zona creen que se les perjudica y que nadie les ha escuchado, pese a que las obras suponen un importante perjuicio para ellos.
Los concejales de Infraestructuras y de Movilidad, Julián Garijo y Francisco Navarro, así como la concejala de Barrios y Participación, Llanos Navarro, han visitado 'in situ' las obras junto a representantes vecinales para comprobar en primera persona las consecuencias denunciadas por vecinos y trabajadores de la zona.
La referida obra, que va en la línea de mejorar la movilidad sostenible y segura en bicicleta, y que guarda una importante relación con el acceso a los centros educativos que allí se encuentran, no fue tratada en ningún órgano de participación de los que el Ayuntamiento tiene bajo su tutela y dirección.
El concejal Francisco Navarro ha señalado que "forma parte inseparable de las políticas de movilidad sostenible que la participación sea un eje irrenunciable de cualquier medida que se adopte, por lo que supone un grave contrasentido acometer una obra de estas características con un rechazo vecinal como el que se está produciendo, pues se consigue el efecto contrario al perseguido: es imprescindible hacer partícipe a toda la población de las ventajas de cada avance, para así hacer que todos los ciudadanos se sientan protagonistas del progreso que en cada acción se alcance".
Tras la suspensión ya ordenada, el equipo de gobierno municipal va a iniciar las acciones encaminadas a poner en marcha los cauces de la participación ciudadana para que puedan ser tomadas en consideración todas las posturas, en particular las que hasta ahora no habían sido escuchadas. La participación real y efectiva de los vecinos y la atención a los problemas reales en los barrios será la norma de las futuras actuaciones del equipo de gobierno.