La Sierra del Segura es una de las zonas mejor conservadas de la provincia de Albacete, desde el punto de vista ambiental. De hecho, más de la mitad de su territorio forma parte de uno o varios espacios naturales protregidos.
Esta riqueza natural es uno de los grandes atractivos para el turismo, que tiene dos caras, una buena y otra no tanto: la primera, su capacidad para desarrollar los territorios y fijar población; la segunda, un claro impacto ambiental.
Para evitar efectos indeseados que ya se dan en otras zonas de España, el Grupo de Acción Local (GAL) de la Sierra del Segura acaba de sacar a licitación el contrato para evaluar el impacto ambiental del turismo en la comarca.
En el pliego de condiciones técnicas dicha licitación, se advierte de que «el aumento de visitas y pernoctaciones, principalmente en vehículos propios, podría incrementar las emisiones gases de efecto invernadero».
Como parte del pliego citado, se establece un plan de trabajo, en el que se detallan las labores a ejecutar, los contenidos a incluir y los plazos a cumplir por parte del adjudicatario, a la hora de llevar a cabo este estudio pionero.
La primera fase es la de diagnóstico de la situación actual, con especial atención a una serie de impactos ambientales provocados por el turismo, como el aumento de residuos, la contaminación o la presión sobre el agua y la energía.
«Asimismo, el turismo masivo puede provocar la pérdida de biodiversidad por la urbanización descontrolada, la sobreexplotación de áreas naturales y el deterioro de hábitats», además de otros impactos como la erosión del suelo.
Emisiones. La siguiente fase es el cálculo de la huella de carbono, lo que implica elaborar un inventario detallado de las emisiones de GEI (gases de efectos invernadero) y de consumo energético en una serie de puntos y actividades críticas.
Por ejemplo, serán objeto de un análisis detallado las emisiones asociadas a infraestructuras públicas, alojamientos, hostelería, comercio, alumbrado, así como los desplazamientos, tanto del transporte público como el privado.
En cada una de estas actividades o servicios, se analizarán las directas, asociadas al consumo energético, así como las indirectas. como por ejemplo las derivadas de la «gestión de residuos generados por la actividad turística».
Descarbonización. Con los resultados, se desarrollará una estrategia para «compensar así la huella de carbono resultante» y poder «alcanzar un balance neutro en carbono para la actividad turística en la Sierra del Segura».
Se definirán acciones clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el Parque Natural de los calares del Mundo y de la Sima y su entorno y otros entornos «con alto potencial» en un 40% para el año 2030.
También se establecerá una lista de acciones de mitigación con plazos, responsabilidades y presupuestos asignados. En paralelo, se elaborará un «mapa de riesgos y vulnerabilidades» donde se definan «áreas críticas».
El proceso durará 14 meses, se deberá hacer de forma participativa y, además de elaborar un plan a aplicar en toda la comarca, se hará una guía de buenas prácticas y 1.200 folletos informativos.