Las calles del centro de Albacete, habitualmente llenas de gente y de bullicio al mediodía de un viernes, se convirtieron durante unas horas en la Vía Dolorosa que recorrió Jesús camino de su crucifixión en el Calvario, por obra y gracia del Santo Vía Crucis que procesionó la cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo.
A las 12 de la mañana, la imagen del Redentor inició el recorrido desde la Santa Iglesia Catedral, para recorrer las 14 estaciones, dispuestas por varias de las calles más céntricas de la capital manchega, como Martínez Villena, Rosario y Tinte. La procesión finalizó en La Purísima.