El Festival Internacional del Circo de Albacete, en su decimoquinta edición, arrancó brillantemente en la pista central del Teatro Circo de la capital, con la Gala Dulcinea que, junto a la Sancho Panza de hoy, reúnen los artistas de tres continentes, que estarán en la gran final y competirán por los distintos premios, entre estos el Cirquijote de Oro, Plata y Bronce o el Cirquijote especial del público.
Así, los espectadores pudieron apreciar el espléndido trabajo del español Javier Gama y sus cadenas aéreas; Desi Popey, también de nuestro país, con hula hoops; Sage Macaggi, de Italia, malabares; los Wolf Brothers, llegados de la República Checa, con báscula cómica; Dúo Vitalys, mano a mano, procedentes de Perú; Joseph Magic Show, mago, de España; El dúo Brazaliy, de Ucrania, apostaron por el trapecio doble; Skating Zavatta, de España e Italia, ofrecieron patines acrobáticos. De Rusia llegaron Without Socs, clows; y desde la República Checa, Alan Sulc y sus malabares con pelotas. Artistas de primer nivel que ponen muy complicado el trabajo del jurado internacional, presidido por una institución en el mundo circense, Benito Álvarez, director del Circo Hermanos Álvarez.
El trabajo para coordinar todo el elenco artístico y técnico de este festival es de Antonio Álvarez, director del mismo, que se felicitó por este regreso después de los avatares por la pandemia.
Antonio Álvarez confirmó a La Tribuna de Albacete que «después de dos años esperando, recuperamos en el decimoquinto aniversario la competición».
El equilibrio entre las galas, Dulcinea y Sancho Panza es otro de los atractivos del festival, dijo su director artístico, «porque es lo que hacemos, equilibrar, porque al final tenemos 18 compañías de primer nivel y se van repartiendo en base a disciplinas o al montaje de los aparatos, para que no coincidan dos en la misma gala y se cuidan todos los detalles para que, al final, tanto Dulcinea como Sancho Panza tengan el mismo nivel, con artistas de los mejores en el mundo y también para que los que hacen la elección de una y otra gala, pueden ver un festival como se merece el público de Albacete y este festival que está cogiendo en todo el mundo un prestigio increíble y eso se merece que las dos galas estén a un mismo nivel, a veces difícil de superar, incluso el jurado siempre me dice que lo ponemos muy complicado, hay que puntuar muy bien a todos los artistas, porque todos son grandes, y al final son milésimas las que deciden que uno u otro pase a la final, son puntuaciones muy ajustadas, de verdad». No es un problema, argumentó, «porque a mí, lo que me gusta es traer a los mejores y que el público disfrute».
Variedad. Valoró el director artístico la variedad de las propuestas, de las disciplinas y «aunque pueda repetirse alguna de anteriores ediciones, no es un problema, porque el circo evoluciona día a día y el tópico del más difícil todavía se supera, entonces aunque el público vea un número de cintas aéreas, siempre verá algo diferente y, si tenemos un malabarista, lo hace con objetos nunca vistos o tiene una dificultad añadida. De eso se trata en el circo, luego, tenemos países se presentan por primera vez, como Israel o Japón o disciplinas que se verán también pro primera vez, como el yo yo show o malabares con sombrero, siempre el público seguirá sorprendiéndose con algo novedoso y disfrutando».