La ciudad ya vive la Navidad

Antonio Díaz
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El espectacular encendido de la iluminación extraordinaria colapsó el centro en una noche que se vivió intensamente, con los niños de Afanion como protagonistas, actuaciones y fuegos artificiales

La ciudad vivió un multitudinario encendido de la iluminación extraordinaria de Navidad, en un acto que colapsó el centro de Albacete, con más de 30.000 personas, según fuentes del Ayuntamiento albacetense.

Ese espectacular encendido contó con muchos atractivos y los asistentes pudieron disfrutar de música de la mano del gran El Pulpo DJ. Asimismo, a las 19,30 horas, dio comienzo la actuación de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, dirigida por Luis Miguel Abello, y el Coro del Real Conservatorio de Música y Danza de la Diputación Provincial, con Fuensanta Morcillo al frente, encargados de interpretar varias piezas con un sabor y color navideño, de Adeste fideles a Cabalgata Real. Tras la magnífica actuación, los niños de Afanion, junto al alcalde, Manuel Serrano, iniciaron la cuenta atrás que iluminó la noche albacetense intensamente. Momentos antes, una de las niñas, Martina, daba a todos las gracias por acudir y el alcalde, Manuel Serrano, invitaba a vivir las Pascuas en familia y convocó a todos también a  disfrutar de esos momentos «intensos, emocionantes y vibrantes» que se vivieron. Por supuesto, tuvo palabras de recuerdo y aliento para todos los afectados por la DANA, tanto en Letur como en Valencia. Así, se vivió ese multitudinario encendido de la iluminación extraordinaria y, por supuesto la música que sonó, tras ese encendido fue el All i want for Christmas is you,  de  Mariah Carey y los asistentes pudieron asistir y disfrutar de la primera de las 195 sesiones que el túnel de luz de la calle Ancha, que ofrecerá durante 39 días, en el que también colabora la Diputación Provincial. Pero la fiesta inaugural del alumbrado navideño deparó otros momentos mágicos para los espectadores, con un espectacular castillo de fuegos artificiales desde la azotea del Museo Municipal, poniendo en el broche de oro a este acto, para seguir la fiesta con chocolate caliente y dulces en una noche extraordinaria.