La banda albacetense Zoggo traslada a los escenarios una propuesta musical tan enérgica como desenfadada, algo que demostraron con creces en su último concierto ofrecido en la sala Clandestino, dentro del Festival El Llano por Valencia, a beneficio de los damnificados por la DANA. Compuesta por cuatro jóvenes albacetenses, todos ellos de 17 años, sus miembros transmiten el descaro y el mensaje directo que caracterizó al punk desde sus orígenes a finales de los años 70.
El grupo, formado por el vocalista Héctor Garrido, el guitarrista Santiago Pérez, el batería Manuel Garrido y el bajista Juan Gaspar Martínez, toma su nombre de un baile, el pogo, que se da mucho en el punk rock y el ska, «cambiando la p por la z porque siempre nos hemos considerado los últimos de la fila, los que siempre están atrás, y añadiendo otra g porque somos dos Garridos, nos pareció un nombre bonito», desvela el cantante de la formación, que estudia actualmente Bachiller, al igual que Santiago y Juan, mientras que el batería asiste a clases en la Escuela de Música de Madrid.
Fue allá por mayo de 2022 cuando comenzaron a ensayar y a componer los primeros temas, apareciendo su primer disco en diciembre de ese mismo año, tanto en formato digital como físico, bajo el título Villancicos para cantar con tus muertos; posteriormente sacaron un sencillo, Atrapado, y actualmente continúan componiendo para un nuevo trabajo que, de momento, no tiene fecha, «además tenemos pensado además volver al Estudio donde grabamos el primer disco y regrabar algunas canciones», puntualiza Héctor Garrido.
Su repertorio está basado en composiciones propias, aunque tocan en directo algunas versiones muy personales de otros grupos bastante alejados del punk, caso de No mires a los ojos de la gente, de Golpes Bajos, la última que están preparando.
«Nuestro método de composición es muy sencillo -añade a La Tribuna el vocalista-, nos reunimos los cuatro en el garaje del batería y poco a poco, aprovechando la improvisación de los músicos y con la base de rap que tengo, van saliendo las letras, que luego retocamos juntos y añadimos las ideas que nos puedan surgir, porque somos muy polivalentes en cuanto a estilos de música».
Respecto a influencias, confiesa que son muy variada:«Manuel viene mucho del punk y también ha tirado mucho por grupos clásicos de rock español, como Leño; a mí particularmente me influyeron mucho grupos como La Polla Records cuando empezamos a tocar juntos y el punk y el rap son mi base; Juan venía más del jazz, porque él se formó en el Conservatorio tocando el piano y es el que más sabe de armonía y composición; finalmente, Santiago está más en la onda del rap y el indie rock… digamos que formamos una mezcla bonica y nos ponemos como etiqueta punk y lo que surja».
Preguntado por si conocen a grupos míticos del género como The Clash, Ramones o Sex Pistols, reconoce que los primeros les han marcado bastante como grupo, sobre todo al bajista, además tienen mucha conexión con el reggae y el ska, en cambio con los Sex Pistols hemos tenido menos contacto».
«Comenzamos con apenas 14 años y con esa edad lo que necesitábamos era ser directos, por eso el punk no ayudó a pasar cosas complicadas, porque el cagarse en todo te libera, es un género que te quita de dentro lo malo; nos dejamos llevar sobre el escenario y la verdad es que desde el comienzo hemos tenido mucho apoyo de la gente de nuestra edad, porque creo que transmitimos que no somos especiales, ni diferentes, sino que estamos ahí para disfrutar como si fuéramos uno solo… el factor sorpresa es el que nos hace especiales».
Finalmente, Héctor Garrido adelanta que el 18 de enero participarán en el Festival El Gorrino de San Antón en Villamalea, donde compartirán cartel junto a los míticos Obus, Sons of Aguirre, Sra Tomasa, Machete en Boca, Manifa y La Pelona. «Nos hace mucha ilusión porque es un festival al que hemos ido desde que comenzamos en la música y estar en ese escenario del frontón de Villamalea nos hace una ilusión increíble», concluye.