La demanda de atención especializada en el área sanitaria de Albacete por parte de la población albacetense que presenta problemas de Salud Mental no deja de aumenta, y es que tras la pandemia todos los organismos oficiales con competencias en materia sanitaria y a nivel global en toda España apuntan a un empeoramiento de los trastornos mentales y afectivos de la población. Los cambios sociales y el acceso a redes y plataformas informáticas sin regulación legislativa, la situación económica y la menor tolerancia al sufrimiento, junto con la sobrecarga en Atención Primaria y de forma paralela en la Atención Especializada, unido a la falta de cobertura de plazas libres en Psiquiatría y los presupuestos anuales que regulan las contrataciones, son factores que en opinión de la coordinadora del Área y jefa de Salud Mental e la provincia de Albacete, la doctora María Jesús Montes, están influyendo de manera notable en la situación que vive de sobrecarga asistencial el Servicio de Salud Mental.
Este aumento exponencial de la actividad en cifras se traduce según la memoria del 2023 que englobaría todas las consultas de pacientes tratados en todos los dispositivos especializados con que cuenta el Servicio de Salud Mental en la provincia en casi un cinco por ciento más si lo comparamos con el 2022, ya que se ha pasadso de 76.210 atenciones en 2022 a 79.892 en 2023. Sin embargo, esta sobrecarga de la actividad asistencial se ha llevado a cabo en el Servicio con una merma de profesionales en Psiquiatría para cubrir las plazas vacantes, situación que la doctora Montes insiste en que no se debe a una falta de dotación de recursos por parte de la dirección de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete ni del propio Sescam, sino a un problema coyuntural que afecta a todo el territorio nacional debido a la falta de especialistas en Psiquiatría.
Los casos nuevos atendidos en Psiquiatría durante el pasado año, tendencia que se mantiene durante el año en curso, se elevan a 1.661, mientras que en Psicología son 1.432. Si bien las derivaciones se mantienen en cifras similares a 2022, tal y como apunta la psiquiatra jefa del Servicio, «no se trata de un buen dato, ya que esta demanda continuada y mantenida en el tiempo no puede ser atendida desde atención especializad, siendo la demora media de cinco o seis meses».
No obstante, la doctora Montes aclaró que «en el triaje de pacientes derivados por Atención Primaria y vistos en las urgencias psiquiátricas se priorizan los casos con patología grave y dependiendo del programa o la unidad en que cada usuario es tratado, son citados de forma preferente con una demora mínima. Casos graves entre los que se encuentra los adolescentes y jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria, los primeros episodios psicóticos y los trastornos afectivos con ideación autolítica».
De esta forma, la coordinadora de la unidad de Salud Mental insiste en que el retraso en la atención y el mayor número de pacientes derivados por los médicos de Familia, que suponen alrededor del 75% del total, corresponde a patología relacionada con factores de estrés, «que desde el punto de vista clínico supone una menor gravedad pero que funcionalmente en la vida del paciente deteriora sus proyectos vitales».
El Servicio atiende un número elevado de urgencias.En 2023 se sobrepasaron las 4.900, siendo el mayor porcentaje de ellas de menores y con una mayor complejidad para su resolución.
En concreto, se ha duplicado la media anual de urgencias psiquiátricas en menores vistas por los profesionales. De 202 en 2018 se ha pasado a 437 al cierre de 2023. El mayor pico se produjo en el año 2021, como consecuencia de la pandemia, con 464, y desde ese momento las cifras no se han reducido a las que había antes de la llegada del Covid. Entre 2021 y 2022 las urgencias psiquiátricas en menores aumentaron un 93%.
crispación. Los últimos estudios realizados ponen de manifiesto que el 25% del personal sanitario ha sido diagnosticoad con problemas de salud mental relacionados con la ansiedad, el estrés y la presión de su ambiente laboral. Estos datos también evidencian, en opinión de la doctora Montes, que la sobrecarga continuada en el Servicio y la dificultad en la cobertura de las plazas por falta de facultativos irremediablemente se traduce en una gran crispación por parte de la población, «que reclama mejor atención médica y dirige su frustación en muchas ocasiones hacia los profesionales sanitarios». Por ello, la jefa de este recurso sugiere a los políticos gestores que habría que buscar soluciones e informar a la población no sólo de los avances que se producen, sino también de las deficiencias que existen. Tanto es así que las reclamaciones por demoras de cita aumentaron en el último año cerca de un 200%. Y la capacidad de resolución no puede no es mayor «por falta de facultativos».
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