Tres jornadas quedan para terminar la primera vuelta y las jugará el Albacete en apenas siete días. Nueve puntos en juego con los que el equipo de Alberto González puede llegar al ecuador de la competición con una buena nota si es capaz de conseguir buenas resultados y vivir la Navidad en la mitad alta de la clasificación, lejos de los puestos de peligro.
Y todo ello a pesar de la irregularidad mostrada por el equipo manchego, que ahora empieza a mejorar su bagaje defensivo después de encajar demasiados goles y vivir momentos de zozobra, como las tres derrotas consecutivas cosechadas tras arrancar el curso con dos triunfos seguidos.
Y es que los resultados del Alba han ido en un continuo vaivén. En las últimas 12 jornadas se ganaron tres partidos, se perdieron tres y se empataron seis. Son precisamente esos empates los que han impedido al equipo caer a la zona de peligro y los dos triunfos sumados frente a Tenerife y Zaragoza dieron el respiro necesario para afrontar estas últimas jornadas de la primera vuelta con cierta tranquilidad. El empate con el Castellón cortó esta pequeña buena racha que sirvió para poner tierra de por medio con los puestos de descenso.
Si extrapolamos los habituales 50 puntos en los que se cifra la permanencia, al ecuador de la competición hay que llegar con 25 y el equipo de González ya tiene 24 a falta de nueve por disputarse. Los primeros tres estarán en juego este sábado en el Nuevo Mirandilla ante el Cádiz (16,15 horas). El próximo martes tocará recibir la visita del Levante (19 horas) y se cerrará la primera vuelta el viernes ante el Cartagena (20,30 horas). La competición no regresará para el Albacete hasta el 11 de enero de 2025, fecha en la recibirá en el Carlos Belmonte al Racing de Santander (16,15 horas), como arranque de la segunda vuelta.
El equipo de Alberto González tendrá que jugar tres partidos en siete días, un problema para el entrenador que ya tuvo que superar un trago similar a finales del mes de octubre, donde además se metió por medio la Copa del Rey donde se fue eliminado por el Europa de la Segunda RFEF. Es lo que pasa cuando se tiene una plantilla corta y además las lesiones son demasiado habituales, aunque en las últimas semanas se han podido recuperar jugadores como Lazo o Fidel, pero han caído otros como Ale Meléndez, cuyo paso por el quirófano lo dejará en el dique seco previsiblemente hasta la recta final de la temporada, ya que una intervención como la realizada al jugador tiene un proceso de recuperación que se estima entre tres y seis meses.