La finca del Cortijo del Campo, donde pastan los toros de Daniel Ruiz, lució esplendorosa el sábado gracias a la otoñada prolija en lluvias y a los miembros de la Peña Taurina de José Fernando Molina que en un número cercano a las 400 personas se dieron cita en esta finca de Alcaraz para cerrar la temporada en la que el diestro albacetense dio un paso de gigante en su evolución. Las actividades giraron en torno a la lidia de dos vacas por parte del matador de toros albacetense y otra para los aficionados que quisieron demostrar sus habilidades con capotes y muletas. Destacó la actuación de los diestros ya veteranos Sebastián Cortés y Juan Martínez que demostraron que todavía tienen su duende intacto a pesar de los años.
Entre los asistentes, se encontraba Cristina Landete, una amazona sordociega con una ganas inmensas por vivir y superar obstáculos y estigmas que le pone la sociedad. Al concluir la lidia de la becerra por parte de los aficionados los maletillas echaron el guante -pasaron por el ruedo de la plaza de tientas para recoger dinero que les lanzaban-. Después del recuento preceptivo, se recaudaron 1.000 euros. Entonces, de común acuerdo con Molina y Cristina Landete, decidieron donar esta cantidad a alguna persona con discapacidad afectada por la DANA de Valencia que hubiera lanzado un llamamiento de ayuda. Inmediatamente, un aficionado anónimo se sumó a la donación con un elevador para adaptar un vehículo al uso de una persona con discapacidad.
Hay que destacar que Cristina Landete y Molina no se conocían y que la amazona con discapacidad no es aficionada a la tauromaquia, pero una fiesta campera unió sus caminos y sus deseos de ayudar al prójimo en una demostración más de los valores que residen en el mundo de los toros, como son el respeto por el que piensa de manera diferente y la solidaridad sin límites con los más necesitados.
Unidos por el toro y solidarios con la desgracia de la DANA - Foto: Ángel Mora MorenoDespués de varias gestiones ese dinero ya tiene destino. La familia de Cristina Landete se puso en contacto con Iván Alemany Puchol, un joven que no puede salir de su casa de Catarroja desde el 29 de octubre, día en el que la riada destrozó su vehículo adaptado y dejó averiado el ascensor de su bloque de viviendas.
Iván Alemany Puchol tuvo que rehacer su vida por completo cuando un accidente de tráfico le dejó como secuela una lesión medular severa. Lejos de quedarse postrado en una silla, hoy es un jugador muy destacado de boccia -un deporte parecido a la petanca para personas en silla de ruedas con lesiones cerebrales o una discapacidad severa, donde Iván Alemany ha sido varias veces campeón de la Comunidad Valenciana y subcampeón de España y está en la selección nacional- y fútbol power chair -fútbol en silla de ruedas motorizada-.
Para él es necesario contar con un vehículo adaptado, cuyo coste ronda los 40.000 euros.
En los próximos días, Molina y Cristina Landete se desplazarán hasta Catarroja para hacerle entrega del dinero recogido en la fiesta campera y de esta forma conocer a Iván.
Por otra parte, el elevador del vehículo será donado a algún discapacitado de la provincia que lo necesite.