Los estragos causados por la DANA que cruzó media España la semana pasada han sido terribles. La pérdida más importante es la de vidas humanas, más de dos centenares hasta el momento, que fueron arrebatadas por la riada. A eso hay que sumar que numerosos municipios han quedado devastados, dejando imágenes que más recuerdan a una guerra que a una catástrofe natural. Pueblos y barrios en los que no ha quedado ni un negocio, ni un comercio, y en los que hará falta tiempo para que se pueda reanudar la actividad de manera más o menos normal.
Pero las zonas urbanizadas no han sido las únicas que han experimentado los destrozos causados por el agua. En áreas rurales agricultores y ganaderos han visto cómo el caudal desbocado arrasaba sus explotaciones, llegando incluso a arrancar viñas debido a la tremenda fuerza que llevaba y a inundar granjas con las terribles consecuencias que se pueden suponer. Además, cientos de caminos han sido borrados del mapa, con las consiguientes dificultades para acceder a numerosos lugares.
Las primeras estimaciones de Agroseguro sobre el efecto de la DANA en Valencia sitúan en 20.000 las hectáreas afectadas distribuidas en 42.000 parcelas, sobre todo de cítricos, caquis, uva de vino y hortalizas y, en menor medida, cultivos leñosos como almendros y olivos. Los primeros análisis del consorcio de aseguradoras apuntan a 159 millones de euros de capital impactado (valor potencial de las producciones dañadas), si bien para conocer la cuantía de las indemnizaciones habrá que esperar al peritaje de los daños que ya están llevando a cabo los técnicos encargados de esa labor. Y esto si hablamos de los cultivos que sí están asegurados, ya que hay que tener en cuenta que los cítricos y las hortalizas no destacan por su nivel de cobertura.
El campo también sufrió - Foto: Quique GarcíaEn cualquier caso, no puede olvidarse que, a pesar de haberse producido el desastre hace más de una semana, numerosas zonas rurales siguen desatendidas, dado que la prioridad está siendo limpiar y poner en orden las áreas urbanas. Con los caminos desaparecidos en muchos casos, se tardará semanas en tener una idea de los daños reales causados en el campo. La Asociación Española del Caqui calcula que se ha echado a perder una tercera parte de la producción nacional anual, por ejemplo, y es que el 90% de la superficie de cultivo de esta fruta se encuentra en la provincia de Valencia.
«Es imposible evaluar detalladamente las pérdidas económicas, pero de lo que sí podemos hablar es de miles de hectáreas de cultivos, sobre todo de cítricos y caqui», según fuentes de AVA-ASAJA (ASAJA en la Comunidad Valenciana). La organización habla de «pérdidas catastróficas de consecuencias incalculables» por las lluvias torrenciales, el pedrisco y el viento, en ocasiones extremas en forma de tornados. Y señala que, aparte de los daños causados directamente, se van a sufrir problemas irreparables por exceso de humedad que acabarán con la muerte de las plantaciones, a lo que hay que sumar los graves desperfectos en infraestructuras agrarias, tales como acequias, muros, ribazos, mangueras de riego por goteo, almacenes, casetas de aperos y pozos de riego, invernaderos, maquinaria y naves agrícolas y ganaderas.
La Hoya de Buñol, la Ribera Alta, la Ribera Baja o L´Horta Sud son comarcas con mucha superficie de cítricos, por lo que «habrá mucha menor oferta, menos producción comercializable» y eso impactará tanto en las existencias nacionales como en el mercado europeo, según AVA-ASAJA. Las mismas fuentes explican que en algunos momentos de la campaña española de cítricos el 60% o 70% de la oferta de naranjas en fresco proviene de la provincia de Valencia.
El campo también sufrióEl ganado.
Otra de las máximas prioridades del sector agropecuario valenciano es la supervivencia del mayor número posible de animales en las explotaciones ganaderas. Así, AVA-ASAJA, junto a la entidad vinculada Asociación de Criadores de Caballos de Pura Raza Española de la Comunidad Valenciana (PRECVAL), están colaborando durante estos días críticos con la Consejería de Agricultura para facilitar a las granjas afectadas tanto la urgente reparación de los caminos para acceder a las mismas como el suministro a contrarreloj de alimentación animal. A la organización agraria le consta que a inicios de esta semana se estaban ya llevando a cabo los primeros trabajos necesarios para salvar el ganado en explotaciones situadas en varias comarcas valencianas. Dada la gravedad y complejidad de la situación, AVA-ASAJA y PRECVAL proporcionan en este sentido su cooperación como canal de interlocución e intermediación entre la Generalitat Valenciana y los propios ganaderos afectados.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que «las lluvias torrenciales destrozaron los accesos a muchas explotaciones ganaderas y en los casos más graves inundaron las instalaciones, echando a perder los forrajes, los piensos, el agua potable e, incluso, causando la muerte del ganado. Algunos asociados nos alertaron de que si no se conseguía llegar a las granjas y dar de comer y beber a los animales en unos pocos días, no sobrevivirían y, por eso mismo, nos pusimos todos manos a la obra para evitar que el desastre fuera muchísimo mayor».
De hecho, la Consejería de Agricultura cifraba el lunes en 2.950 los cadáveres de animales que ya ha retirado en 17 explotaciones de porcino, ovino, equino y avícola afectadas por la DANA.
Solidaridad.
Por otra parte, las tractoradas de agricultores, tan comunes en el arranque del año a modo de protesta, se han repetido desde hace una semana, pero en este caso para ayudar en las zonas afectadas por la catástrofe, movilizando toda su maquinaria pesada, como tractores, palas y remolques, primero para retirar escombros y rescatar personas y luego para limpiar las calles.
Como ya sucediera durante la pandemia, cuando muchos tractores se emplearon para desinfectar calles, los agricultores han vuelto a poner su maquinaria a disposición de la población, llegando desde distintos pueblos y comarcas valencianos, desde regiones cercanas, como Aragón, y también desde tierras lejanas, como Cantabria o Castilla y León. Algunos llevan colaborando desde el mismo 29 de octubre, como Luis Javier Navarro, vicesecretario de La Unió Llauradora i Ramadera, quien ha ayudado en la zona de Utiel y que ha contado que en esos primeros momentos lo principal era «intentar rescatar a la gente de las casas y del agua».
Al día siguiente, cuando las administraciones no habían enviado medios aún, comenzó ya la labor de retirada de vehículos amontonados en mitad de las calles y de recogida de escombros, trastos y enseres de las casas, desde colchones a calderas, ha explicado Navarro, que ha destacado que durante estos días han estado ayudando más de 200 tractores en la zona.
«Lo más importante en estos casos es la rapidez y nosotros teníamos la maquinaria oportuna al ser agricultores para poder ayudar y para poder achicar el agua de los sótanos, de los bajos», ha expresado Navarro, que también es miembro de ejecutiva estatal de Unión de Uniones. «El ejército y los bomberos hubiesen tardado más» en esos primeros momentos, ha abundado el agricultor, pues muchas carreteras y caminos estaban cortados.
Con la zona de Utiel ya limpia de escombros, los agricultores están planteándose acudir a otras localidades a ayudar, aunque Navarro ha señalado que no es sencillo porque algunas están a 60 o 70 kilómetros, no todas las vías de acceso están abiertas y, además, ya hay agricultores de esos lugares ayudando. Otros 200 o 300 tractores, palas y remolques están ayudando a despejar la zona de l'Horta Sud y La Ribera. Básicamente están trabajando en la retirada de coches y escombros de las vías «para que entren los bomberos y las fuerzas de seguridad del Estado», ha señalado.
Albacete.
El grueso de las informaciones de estos días se centran en los efectos de la DANA en Valencia, pero no se puede olvidar que Albacete también sufrió las consecuencias. ASAJA en esa provincia, después de mostrar su más sincero apoyo y solidaridad con el municipio de Letur y los demás afectados en el resto de España, dice que aún es pronto para evaluar la superficie afectada y el impacto económico en la agricultura y la ganadería de la zona, aunque las fuertes lluvias, la piedra y el viento acontecidos el día 29 hacen prever cuantiosos daños en explotaciones agrícolas y ganaderas de la zona. Cultivos como el olivar o el almendro podrían sufrir severos daños por este terrible temporal, dicen.
Los devastadores efectos de la DANA han provocado además grandes daños materiales en el municipio de Letur con infraestructuras y caminos arrasados, calles anegadas y viviendas destruidas y desde la organización agraria se pide a las administraciones que agilicen y aprueben con la mayor brevedad las medidas directas a todas aquellas personas afectadas para una pronta reconstrucción de un municipio totalmente devastado por la DANA.
Donaciones.
El colectivo agrario, como otros muchos en España, ha reaccionado con rapidez ante la tragedia. Por una parte, la Junta Directiva de ASAJA ha decidido ayudar a los miles de damnificados por los efectos de esta dana y a tal efecto se podrá en marcha una suscripción popular entre los agricultores y ganaderos de la organización para contribuir a paliar las carencias de todos aquellos que lo han perdido todo.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, por su lado, a través de su organización territorial en la Comunidad Valenciana, La Unió Llauradora, lanzó el martes una campaña de recogida de donaciones para que los agricultores y ganaderos afectados por la dana puedan recuperarse y seguir adelante con sus explotaciones agrarias. Otras organizaciones agrarias territoriales, como la UCCL de Castilla y León, también colaboran en esta iniciativa. La cuenta corriente solidaria habilitada para este fin, de Caixa Popular, es: ES2931590079132531713424. Asimismo, se podrán hacer estas donaciones también por bizum al número 10519.