Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Paraísos

28/07/2023

Desconozco si se debe a los efectos sicalípticos  del cambio climático, pero los 'paraísos'  proliferan a mogollón. Antes el paraíso era un lugar exclusivo para  creyentes religiosos o, los paraísos fiscales, eran guaridas 'vip' para los dineros de los ricos. Ahora, en tiempos de redes sociales, de victimismos masivos y de ignorancias culturales contagiosas, se acumulan como productos perecederos en tiendas y supermercados. Cualquier lugar, en cualquier momento, y por el motivo más insulso, se define como un paraíso cercano. Con la abundancia, tomar una cerveza en un lugar no demasiado abigarrado por turistas y  una puesta de sol mediocre, se antoja un paraíso. ¿Puede ser Toledo un paraíso? Tal vez en algún punto de la Historia pudo serlo. Incluso contaba con un río en el que  poetas renacentistas imaginaban escenas caballerescas o amores sutiles entre seres fantásticos. Aquel río  desapareció entre un aluvión de intereses económicos ajenos, maniobras políticas oportunistas e ineficacias partidarias de los propios. Nada de lo que queda inspiraría un ripio al peor poeta del lugar.
Luego está el clima que impresionó a Rilke. Julio ha sido el mes más caluroso de las estadísticas. Las predicciones anuncian que en el futuro seremos como Arizona. Su capital, Phoenix, es un desierto literal y metafórico, que mantiene  temperaturas cercanas a los 45 grados por el día y por las noches oscila en torno a los 30. Llueve poco, y si lo hace, resulta insuficiente o catastrófico. Las gentes, como en Dubai, vive en edificios cerrados o en centros comerciales, donde el aire acondicionado es un instrumento imprescindible para mantener la vida. Las tiendas de 'souvenirs' apenas tienen clientes, lo mismo los bares o restaurantes. El asfalto, el cemento y los coches amplifican el calor del sol. Hasta los perros tienen que salir con zapatos para evitar las quemaduras de sus plantas. Los responsables públicos tendrán que concienciarse y adaptar las inversiones públicas a medidas que atenúen estos y otros efectos del cambio climático. Tendrán que rehabilitar viviendas; llenar de verde los espacios vacíos; introducir medidas urbanísticas y de construcción para minimizar los efectos de un clima insoportable. O sea, que Toledo, por muy Patrimonio Histórico que sea, difícilmente se convertirá en paraíso, si alguna vez lo fue. Una lástima, porque disponer ahora de un paraíso de concurso de televisión resulta de lo más prometedor.