Rafael Luján Miras, doctor en Ciencias Biológicas, profesor de la Facultad de Medicina de la UCLM, catedrático de Histología e investigador, intervino en el ciclo de conferencias de la asociación Aluex. Habló en el salón de actos de la Diputación sobre El cerebro humano: Ese gran desconocido.
¿Por qué decimos que el cerebro humano es un gran desconocido?
Realmente se sabe muy poco. De hecho, es el órgano de nuestro cuerpo del que menos información se tiene. No cabe duda de que, desde la época de Ramón y Cajal, que fue quien fundó la neurociencia moderna, tal como la conocemos hoy en día, el conocimiento sobre el cerebro ha avanzado muchísimo y se dispone de muchísima información. Llevamos varias décadas en el que el estudio del cerebro se ha abordado desde muchísimas perspectivas, desde el punto de vista molecular, genético, de comportamiento, fisiológico, anatómico, histológico, etc., y todo esto ha aportado una información valiosísima y aún así, somos grandes desconocedores de cómo funciona el cerebro, que está formado por unas 180 regiones nerviosas diferentes, cada una con una función diferente y no se conocen cuestiones básicas, por ejemplo, cómo se produce una enfermedad.
¿Nos puede poner algún ejemplo?
No se sabe cómo es el inicio de la enfermedad de Alzheimer. Sabemos muchas cosas, pero, entre otras cosas, no tiene cura porque no sabemos cómo se inicia. No sabemos cómo se recuperan los recuerdos de nuestra memoria y no se sabe cómo llevamos a cabo los procesos de pensamiento diario. Muchos comportamientos tampoco se sabe cómo se inician. Es decir, cuestionas básicas sobre lo que somos como humanos, se desconocen por completo.
La esencia del ser humano, ¿está en el cerebro?
Claro, el cerebro es la esencia de nuestra humanidad. Lo que nos diferencia de otros mamíferos es precisamente la evolución que se ha llevado a cabo de nuestro cerebro. Nuestro cerebro es lo que nos hace ser humanos; ahí es donde realmente radicaría lo que comúnmente llamamos el alma. El alma no es otra cosa que lo más íntimo de nuestra humanidad, que radica en el cerebro.
¿Estamos dando aún los primeros pasos para el conocimiento o el avance es ya muy importante?
Los primeros pasos ya se empezaron a dar hace más de 100 años con Ramón y Cajal. Se han dado, como digo, muchísimos pasos, pero nos quedan por dar muchísimos más hasta que lleguemos a comprender realmente cómo funciona nuestro cerebro, que va cambiando minuto a minuto. Una de las características que tiene nuestro cerebro, que ya fue descrita por Santiago Ramón y Cajal, es que nuestro cerebro es plástico, está continuamente, adaptándose al entorno, a las necesidades y gracias a que el cerebro es plástico, va evolucionando y madurando. Toda esa plasticidad hace muy difícil abordar, a día de hoy, el estudio del cerebro, aunque se está avanzando con muchísimas técnicas, sobre todo a los dos macroproyectos para su estudio, uno es el europeo, Human Brain Project, y el otro es el americano, parecido, Brain. Gracias a esos proyectos se ha avanzado muchísimo en los últimos años, pero incluso así, todavía estamos muy lejos de conocer cómo realmente funciona nuestro cerebro.
¿Es muy parecido, por ejemplo al del chimpancé?
El cerebro que evolutivamente más se parece al humano es del chimpancé. Se empezaron a separar evolutivamente chimpancés y humanos hace seis millones de años. No cabe ninguna duda de que el chimpancé es un animal muy inteligente, puede aprender un montón de cosas, pero tiene muchas limitaciones. Eso se traduce en que el cerebro humano tiene unas características que, de momento, nos hace únicos.
Como especie, ¿el cerebro continúa su evolución?
Sin duda, desde el momento en que nuestro cerebro es plástico, eso quiere decir que se está adaptando al entorno y la evolución no es otra cosa que adaptación al entorno. Por tanto, nuestro cerebro está continuamente evolucionando. ¿Hasta dónde llegará?, veremos, pero nuestro cerebro se caracteriza por ser plástico, por estar continuamente en movimiento y evolucionando.