Va camino de 30 años los que el doctor Alberto Sansón lleva trabajando en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, desde que inició su formación MIR como médico de Familia, pasando por los años de ejercicio en el Servicio de Urgencias en el Hospital General. Se inició en la gestión sanitaria hace 13 años.

Esta dilatada trayectoria avala su formación y visión de la organización de la GAI de una forma amplia. 

¿En los meses que lleva al frente de la GAI de Albacete ha notado mucho el cambio a nivel de gestión respecto a su anterior puesto?

Es cierto que la mayor parte de mi experiencia gestora está ligada a lo asistencial, tanto como subdirector, como director médico, pero siempre he tenido gerentes que han confiado en mí, y me han permitido tener una implicación importante en la Gerencia. Especialmente esa situación ha sido así con mi antecesor, Ibrahim Hernández. 

Yo sé bien lo que es cambiar de gerente, y adaptarse a los diferentes tipos de liderazgos, y puedo imaginar que probablemente estos últimos meses han debido ser más difíciles para mi equipo que para mí. 

¿Cómo es su día a día en la gestión sanitaria?

Yo soy un privilegiado, porque trabajo día a día para intentar mejorar el bienestar de las personas, y a eso es a lo que quería dedicarme desde que decidí ser médico. En gestión sanitaria es necesario trabajar en varias agendas: por un lado los problemas diarios, las urgencias y lo prioritario; pero sin olvidar la estrategia del medio y largo plazo, que  en definitiva es lo importante.

Para conseguir cambios que mejoren la atención es imprescindible planificar. Tenemos como hoja de ruta el Plan de Salud Horizonte 20-25, y ya estamos trabajando en la continuidad de ese plan, basado en consolidar y transformar nuestro modelo de atención: hay que hablar más de salud y menos de sanidad que en definitiva es invertir más en prevenir y promocionar la salud para tener que invertir menos en curar

¿Prevenir antes que curar es una frase que cada día cobra más fuerza en el campo de la salud?

La transformación de todos los modelos sanitarios de una sanidad como la nuestra, pública, ha tenido hasta ahora un objetivo prioritario que es la curación. De hecho, a mí me encantaría que el Ministerio cambiara de nombre y se llamara de la Salud, porque una parte importante que está por hacer es invertir más en salud comunitaria, en trabajar en prevención primaria, secundaria, terciaria; en invertir en vacunas, en campañas de cribado, en que la población sea corresponsable con su salud. 

Hay que trabajar pensando mucho más allá, quizás los que trabajamos ahora en gestión no recojamos esos frutos, pero hay que ser generosos y pensar que la estrategia que requiere una población como la nuestra, es invertir en prevención y promoción. En curar ya estamos en unos niveles muy altos y querer mejorar por ahí considero que no es la estrategia acertada. 

¿Delega funciones a otros compañeros de su equipo de dirección?

Yo tengo mucha suerte, porque tengo un equipo perfecto, muy equilibrado, con directivos con mucha experiencia en gestión, y otros nuevos que aportan un extra motivación y energía. Esto me permite confiar, y delegar sin ningún problema.

Necesitamos equipos directivos ágiles y seguir generando cantera.

¿Los profesionales le plantean muchas reivindicaciones? ¿Vive un momento de calma la Gerencia con la Junta de Personal?

Es obligación de los profesionales intentar plantear cualquier tipo de mejora para dar mejor atención a los pacientes. Benditos los profesionales que ponen problemas sobre la mesa. Con la Junta de Personal estamos viviendo un buen momento.