La increíble historia del más emblemático, y por supuesto, veterano de los grupos dedicados a la conocida como música de raíz tiene una parte de la misma muy vinculada a Albacete. Porque, sí, en el Nuevo Mester de Juglaría -no podía ser otro con tales credenciales- figura como voz solista, a veces o con el resto de componentes, la paisana Llanos Monreal. Porque, sí también entre sus más conocidas canciones hay tres con origen de la provincia. Y, porque, además, fueron bautizados con ese ya legendario nombre, hace ya más de medio siglo, por otro paisano, el polifacético Juan Pedro de Aguilar. La propia Llanos fue la protagonista, en la mañana del pasado domingo, de la presentación del libro sobre estos juglares que acaba de editarse.
El acto se celebró en la sede de la Asociación Cultural Albacete en Madrid (ACAM), dentro de su programación, con lleno absoluto de público, entre el que había un buen puñado de segovianos de su diáspora en la capital española. Y junto a Llanos, también portavoz del grupo, estuvieron en primera fila los otros juglares, Paco, Luis, Fernando y Rafa, los mismos que fundaron el conjunto en 1969. «Un auténtico e increíble milagro que, merced a nuestra amistad desde antes de esa fecha, se sigue manteniendo», apuntaron al unísono.
Fue el máximo mandatario de la ACAM, Patricio Morcillo, quien inició el acto agradeciendo que estos nuevos juglares hubieran elegido la sede para la puesta de largo a nivel de toda España a El Mester de nuestras vidas, título de la obra. Explicó que la palabra mester procede de menester. «O sea, gente que hace bien su oficio, como está claro que ocurre con este grupo desde la friolera de esos 55 años transcurridos desde su creación», afirmó para de inmediato ceder la palabra a Llanos.
Quien agradeció la oportunidad de disponer de un lugar tan antiguo, por sus dos décadas más de existencia que ellos, y tan cargado de historia y cultura para dar a conocer su libro. Luego fue centrándose en su biografía personal, desde que nació en la calle Pablo Medina de la capital albacetense, hija de un médico que poco después ejerció en El Salobral durante un lustro, y su posterior regreso a la capital, donde estudió en el Colegio de las Dominicas, y ya con 15 años comenzó con su pandilla a interesarse por el folklore y cantar seguidillas, jotas y otros ritmos típicos manchegos.
Lo que después continuó en Madrid en la Coral Universitaria Virgen de Loreto e incluso formando un dúo con un repertorio en el que prevalecían las canciones de Moustaki, junto a Paloma, una compañera del Colegio Mayor Poveda mientras estudiaba en la Complutense la carrera de Geografía e Historia Que ha ejercido como profesora dando clases hasta su jubilación hace un lustro en Segovia, donde vive tras casarse con el segoviano Fernando Ortiz, otro de los miembros del Mester, y ciudad que la ha premiado con el título de Hija Adoptiva. Puntualizó que en esa época conoció en la Universidad a los mesteres, en principio llamados Clan 5.
Un nombre que no decía nada y que Juan Pedro Aguilar en una entrevista en un programa musical de Radio Popular les aconsejó que cambiaran, proponiéndoles ser los nuevos Mester de Juglaría, aquellos artistas ambulantes que a partir del siglo XI y durante la Edad Media cantaban y recitaban poesías populares líricas o épicas. «Desde luego fue un acierto y estamos muy contentos de ello», precisó.
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