El duro viaje hacia una vida mejor

Nani García
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Lassine Dosso, de Burkina Faso, emprendió un trayecto nada fácil en busca de un futuro no marcado por los conflictos bélicos y la pobreza, lleva más de un año en nuestro país y, en la actualidad, espera «disfrutar de la vida de España»

Imagen de Lassine Dosso, de Burkina Faso. - Foto: Rubén Serrallé

Lassine Dosso, originario de Burkina Faso, salió de su país con solo 21 años en busca de una vida mejor. Vivió en su piel situaciones muy duras para llegar a Marruecos, donde estuvo casi un año, y para posteriormente trasladarse a España, en donde, tras estar en diferentes municipios, se estableció en Albacete. Forma parte del programa de Acogida de Protección Internacional y Temporal, un programa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que desarrolla en colaboración con entidades sin ánimo de lucro, como Cruz Roja, y que ofrece la cobertura de las necesidades básicas de las personas que carecen de recursos económicos.

Lassine Dosso decidió irse de Burkina Faso, dejando a un hijo pequeño, y llegó al país árabe, donde pudo trabajar como teleoperador de venta de paneles solares. La situación de su país, en guerra, le llevó a tomar la decisión de abandonar Burkina, cosa que hizo en coche, pasando por Níger, Argelia, Mauritania y llegando a Marruecos. Fue el principal objetivo de esta travesía encontrar una vida digna y unas mejores condiciones de vida.

Llegó a un nuevo hogar, con todo lo que ello conlleva, y no fue fácil. En Marruecos, se vio obligado a aprender árabe para poder encontrar trabajo, pues aunque hay personas que hablan francés, que es el idioma de Lassine Dosso, para poder comunicarse con los ciudadanos era necesario el árabe. «En las empresas hablan francés, pero en la calle no», dijo.

Una vez pasada su estancia en Marruecos, se embarcó en una patera y, tras una travesía de más de 10 horas, llegó a Fuerteventura. La ruta a Canarias es una de las más peligrosas de todas, según indican desde Cruz Roja, señalando que, tanto es así, que el gran reto del viaje no es llegar bien, sino, simplemente, llegar. Se estima que en la ruta canaria mueren o desaparecen entre el cinco y el ocho por ciento de personas migrantes que salen de África.

Fue Salvamento Marítimo quien los encontró en el mar y los llevó a tierra, donde recibieron «café y galletas» por parte de Cruz Roja, que fue la entidad que los atendió a su llegada. Después fueron trasladados a la Policía, donde estuvieron 62 horas, explicó Lassine Dosso, señalando que a partir de ahí le ayudó la asociación Cepaim, a través de la que se trasladó a la localidad murciana de Alguazas, donde vivió cerca de tres meses.

Llegó a España buscando, sencillamente, una vida mejor y lleva aquí un año y dos meses. En la provincia de Albacete, vivió en Hellín y, el 19 de diciembre del pasado año, se trasladó a Albacete, para ocupar una de las plazas con las que cuenta Cruz Roja dentro del programa de Acogida de Protección Internacional y Temporal del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Apoyo. Preguntado por el apoyo que le brindó Cruz Roja a su llegada a España, Lassine Dosso subrayó que fue «todo». También resaltó que, en este tiempo, ha contado con otras organizaciones como Cepaim y Accem, que «hicieron muchas cosas por mí, la comida, la habitación y cuidaron mi salud». Lo acompañaron en su proceso de adquisición de autonomía e integración en la sociedad, una sociedad como la española en la que se protegen y se garantizan los derechos.

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