La imagen de un pequeño sentado sobre las rodillas de alguno de sus padres -o abuelos- compartiendo un libro puede ser tan añeja como la imprenta. Con la frase «Érase una vez...», cualquier niño sabe identificar el inicio de un cuento, el relato de una historia...
Demostrado está que la lectura a edades muy cortas desarrolla la estimulación temprana y las habilidades motoras, cognitivas y socioafectivas: porque el mejor cuento que puede escuchar un niño es el que le cuenta su padre, su madre, su abuela, su abuelo...
Con esta filosofía tan objetiva y saludable, la Biblioteca Pública del Estado de Albacete (BPE) ha reabierto las puertas de su Bebeteca, un servicio que presenta una imagen más renovada y actual y que está dirigido a niñas y niños menores de tres años. En un espacio colorido, cómodo y funcional, en el que se ha cuidado mucho la accesibilidad, madres y padres adquieren un protagonismo y una prioridad absoluta, pues no se entiende niño sin progenitor y sin libro.
Ubicada frente al acceso de la BPE para ganar así en visibilidad, la Bebeteca está abierta en el mismo horario que la reina madre -de lunes a sábado-, ofrece préstamos de libros y un lugar donde poder leer y jugar, eso sí, siempre acompañados por alguno de los progenitores... o por los dos.
Con la reapertura de la Bebeteca en noviembre pasado, la BPE ofertaba una actividad semanal de una hora de duración, donde una monitora dinamiza el espacio contando cuentos, cantando canciones infantiles, oyendo música y bailando; herramientas todas ellas que se dirigen a un objetivo común: acercar el libro a los más pequeños para ir formando nuevos lectores o, lo que es probable, a los futuros socios de las bibliotecas.
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