La emblemática Tómbola de Cáritas abre esta tarde sus puertas a las ocho de la tarde. En su 72ª edición, este clásico solidario de la Feria de Albacete pondrá a la venta 626.086 boletos -51.796 más que el año pasado, lo que supone un incremento del 9,02%- que repartirán más de 148.000 premios directos.
La nueva edición ha sido presentada esta mañana en una rueda de prensa en la que han participado el secretario general de Cáritas Diocesana de Albacete, Antonio García Blanquer; el administrador diocesano de Albacete, Julián Ros; la concejala de Turismo y Marca Albacete, Rosa González de la Aleja; y Herminio Molina, presidente de la Fundación Globalcaja.
Más de 300 voluntarios, 17 personas contratadas, once de ellas a través de la agencia de colocación de Cáritas, darán vida este año a la Tómbola de Cáritas, que también es posible gracias a la colaboración de 125 empresas que han donado más de 8.000 premios y al apoyo institucional del Ayuntamiento de Albacete. Además, un año más, Globalcaja se ha encargado del patrocinio de los boletos.
Para el responsable de Cáritas, otros factores que la sustentan son su finalidad social, al servicio de las personas en exclusión social y en riesgo; la solidaridad de la sociedad en general y de la albacetense en particular; y la popularidad de la iniciativa, muy querida por todas las personas, con independencia de su edad, género, raza y condición religiosa o política, entre otras circunstancias. "Todo el mundo participa de la Tómbola", ha celebrado.
Según ha recordado García Blanquer, entre los premios directos se encuentran los habituales productos de alimentación, que son el origen de la Tómbola, así como artículos elaborados en los distintos talleres de Cáritas; premios canjeables en sus empresas de inserción como desayunos en la Tienda Romero Comercio Justo y comidas en los restaurantes de la Fundación El Sembrador; estancias en casas rurales y artículos de la tierra, entre otras muchas sorpresas.
En cuanto a los sorteos extraordinarios de premios importantes, la joya de la corona sigue siendo el coche, sumándose este año como novedad un viaje a Egipto de ocho días para dos personas.
La Tómbola, ubicada en el Paseo de la Feria, mantiene sus precios habituales: un boleto por un euro, seis papeletas por cinco y 14 por 10. Desde este jueves y hasta que dé comienzo la Feria de Albacete, estará abierta de 20:00 a 23:30 horas. El 7 de septiembre, el horario será de 19:00 a 3 de la madrugada, y a partir de esa fecha, por las mañanas de 11:00 a 14:00 de lunes a viernes, y los sábados y domingos, de 11:00 a 14:30; y por las tardes, de 17:00 a 2 de la madrugada de lunes a jueves, y de viernes a domingos, de 17:00 a 3 de la madrugada.
"UN IMPRESCINDIBLE"
"La Feria de Albacete tiene sus imprescindibles y la Tómbola de Cáritas es uno de ellos", ha destacado el presidente de la Fundación Globalcaja, que ha puesto el acento en que esta iniciativa se centra en las personas y en el compromiso, dos valores que ha dicho que comparten Cáritas y la entidad financiera. "Todos los boletos tienen el premio de la solidaridad", ha subrayado.
Por su parte, el administrador diocesano de Albacete ha animado a la ciudadanía a seguir colaborando con la Tómbola, haciendo hincapié en que no se puede venir a la Feria sin tener un "gesto solidario" como puede ser participar en esta iniciativa, muy querida por los albacetenses.
También la concejala de Turismo y Marca Albacete ha hecho un llamamiento a vecinos de la ciudad y visitantes para la colaboración porque "detrás de la compra de cada boleto hay un gesto de solidaridad, compromiso y entrega".
Cáritas suele recaudar alrededor de 450.000 euros con esta iniciativa. Este año, con el aumento del número de boletos en venta, estiman que alcanzarán entre 470.000 y 475.000 si se venden todas las papeletas, algo que no será demasiado difícil dado que suele ser habitual que agoten todas antes de que termine la Feria.
Con los fondos recaudados, Cáritas financia especialmente su programa de empleo y su proyecto de atención primaria, el cual, en palabras de García Blanquer, es el "termómetro" de la situación social de la población dado que permite medir los niveles de pobreza y el riesgo de exclusión. El año pasado, la entidad atendió a 2.700 familias, lo que supuso una inversión de 1,2 millones de euros.