«Vine a Albacete por un sueño y me voy en busca de otro»

José Luis Royo
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El futbolista del Albacete, que se marcha a la UD Las Palmas, reconoce que no fue fácil tomar la decisión de dejar el club blanco

Manu Fuster posa en el centro del campo del estadio Carlos Belmonte. - Foto: Víctor Fernández

Manuel Fuster Lázaro deja el Albacete Balompié tras cinco temporadas de constante crecimiento. Llegó siendo muy joven y un desconocido para la afición. 195 partidos después se marcha como una leyenda del club y el aplauso y cariño de la afición, tras tomar una decisión que no ha sido nada fácil.

Han pasado varios días de su despedida delCarlos Belmonte, ¿qué sensaciones le quedan de ese momento?

Son sensaciones muy buenas, al final que tanta gente te muestre su cariño y que quería que hubiese durado más esta historia la verdad es que es muy bonito. Es verdad que todavía estoy asimilándolo, dándome cuenta de todo lo que ha pasado durante todos estos años, que se resume en ese día tan especial.

Habitualmente en partidos de final de temporada en los que el equipo ya no se juega nada, la entrada suele ser floja, en cambio el domingo se dieron cita casi 13.000 espectadores, ¿se da cuenta de lo que arrastra?

Sí, ya durante la semana se movió mucha gente tanto para las camisetas como la tarde en la que estuve en la tienda, las interacciones del vídeo de despedida se movió también mucho, pero la verdad es que no esperaba tanta gente en el estadio.Es cierto que también era un  día para estar con el equipo porque había conseguido, a pesar de ser una salvación, una hazaña importante dados los resultados que veníamos obteniendo y la verdad es que fue un gran broche final a una temporada muy difícil en la que todos hemos puesto de nuestra parte.

¿Llegó a pensar que se iba a a marchar del Albacete con un descenso?

Sí, claro que se te pasa por la cabeza.Cuando perdimos contra el Espanyol estábamos a cuatro puntos quedando ocho jornadas y veías que era muy difícil remontar estos puntos porque quedaba poco y los resultados no estaban siendo buenos, pero también confiaba en el equipo, en lo que podíamos dar, pero no esperaba para nada tener dos jornadas de tranquilidad a final de temporada, pero con una racha histórica lo conseguimos antes.

La llegada de Alberto González revolucionó todo, ¿qué tecla tocó para que el equipo siga en Segunda División?

Creo que más que una revolución es tranquilidad lo que ha traído, confianza a la gente, ha puesto los pies en el suelo y decirnos también que estábamos haciendo muchas cosas bien porque eso es algo que todo el mundo veía. Nos dijo que siguiéramos con las cosas que hacíamos bien y mejorar lo que él creía que había que cambiar. Eso es lo que nos dio la opción de poder salvarnos, Alberto, más que una revolución lo que hizo fue tranquilizar los ánimos, las cabezas y darnos matices para poder conseguir lo que hemos conseguido.

Durante los últimos meses, sobre todo en el mercado invernal, se habló mucho sobre su salida incluso en enero. ¿Eso le pudo pasar factura, cree que pagó esa presión?

Es cierto que coincidieron los rumores con mi peor momento de la temporada, pero no creo que fuese por eso. Dentro de una temporada pasas por muchos momentos y justo coincidió, pero el club y yo siempre hemos ido de la mano y decidimos que lo mejor para los dos era terminar la temporada, intentar salvarnos como así ha pasado.

Aunque no es oficial todavía, se marchará a la UDLas Palmas, ¿apretó mucho para que se fuera en enero?

Bueno, hubieron bastantes ofertas, mejores económicamente para las dos partes, pero todos sabíamos lo que quería, que era ir a Primera División y el club en este sentido siempre me ha ayudado.

¿Va a cumplir un sueño jugando en Primera?

Sí, vine a Albacete por un sueño y ahora me voy en busca de otro, eso es lo que siempre he querido. Me hubiese gustado que ese segundo sueño de jugar en Primera se hubiese cumplido aquí porque esta es mi casa y es el sitio donde jugar en Primera habría sido algo muy bonito y a nivel personal una satisfacción tremenda, pero ha llegado el momento de buscar ese sueño fuera y estoy muy agradecido a la oportunidad.

Son cinco temporadas y casi 200 partidos con la camiseta del Albacete Balompié, en los que vivido momentos de toda clase, ¿cuál ha sido el mejor?

Me quedaría con muchos momentos, del primer año, la salvación en Cádiz en el último minuto, después me quedo con el riazorazo, que fue muy especial, pero también cuando caímos el año pasado en el campo delLevante, que nuestra afición no dejó de animar ni un segundo y fue algo especial que después de esa goleada cantasen que estaban orgullosos de sus jugadores, eso se vive pocas veces. Y como momento más especial de esta temporada, que creo que es una de las que peor lo he pasado porque no lo merecíamos porque hemos dado mucho más de lo que hemos obtenido este año, me quedo con el , momento de la salvación en Villarreal.

¿Y el peor momento?

El descenso, pero no ese día concreto, sino el año entero. Creo que desde el primer día se vio que lo íbamos a pasar mal, que el equipo no estaba dando el nivel y el día del descenso fue algo que sabíamos que iba a llegar desde mucho antes, entonces fue un año muy duro.

Cuando estaba el Guijuelo, aunque había varios equipos detrás de ManuFuster, apareció el Alba, ¿qué le hizo decidirse por el Albacete Balompié?

Que estaba en el fútbol profesional y yo quería llegar. Cuando hable con Mauro Pérez y Luis Casas me dijeron que me querían para el primer equipo, que iba a tener mis oportunidades durante el año y eso fue lo que me hizo decantarme. No sólo es que me quisiera el Albacete, es que me quería para ser alguien importante y aquella temporada jugué entre 21 y 25 partidos de titular y desde el primer día sabía que había elegido bien como así se ha demostrado.

La temporada anterior el equipo había disputado el playoff de ascenso conRamis, pero en sus primeros partidos no rascó bola.

Al principio no me dio ni bola, pero por merecimiento propio. Cuando llegué, al principio, le decía a mi familia es imposible que juegue aquí, corro más lento, pienso más lento, soy menos fuerte, pero Ramis, que tiene una gran trayectoria, que conoce todo en el fútbol, supo darme mi espacio, me dijo que no me preocupase, que era normal porque pasar al fútbol profesional era un cambio muy grande. Ramis me fue dando el espacio que necesitaba y consiguió que el día del debut se viese que estaba ca capacitado para jugar, creo que por eso esperó tanto en darme la oportunidad.

Si algo ha hecho en el Albacete es un máster en entrenadores, ha tenido ocho en cinco temporadas, ¿con qué se queda de cada uno?

De Ramis con el saber llevar al futbolista en sus inicios, en hablar conmigo tanto cuando jugaba como cuando no, porque no es fácil hablar con el jugador y siempre decirle la verdad y conmigo lo hizo, cuando vio que no estaba al nivel me lo comentó y cuando lo estuve me puso. Después vino Lucas Alcaraz, que para mí fue un padre futbolístico porque fue el primero que confió en mí, me decía niño y que iba a ser importante con él. Después vinieron López Garai y AlejandroMenéndez, que fueron tramos más cortos, momentos bastante malos y acabamos descendiendo. También tuve la suerte de que me entrenara un histórico del Alba como Noguerol, que lo dio todo e incluso conseguimos unas victorias que nos hicieron soñar con poder salvarnos. Le agradezco mucho lo que hizo por mí, porque también como segundo entrenador siempre ha dado la cara por mí en el club. Después llegaron los dos Rubén. De la Barrera, que fue el primero que me cambió la mentalidad, que me dijo que tenía dos o tres acciones muy buenas por partido, pero que eso se tenía que mantener en el tiempo si quería ser futbolista de verdad y creo que lo consiguió, me buscó un espacio dentro del equipo, quiso que fuese importante, los compañeros me lo hicieron sentir y creo que ahí empieza el Manu Fuster que vemos a día de hoy. Albés lo cambia todo, llega y en su primera charla nos dice que todos estamos aquí de rebote, que los que ascendimos en el riazorazo tuvimos suerte, pero que no contaban con nosotros, la gente que viene de otros equipos tiene nivel, pero no se le había dado la oportunidad en Segunda, pero que ve en nuestras caras que podemos hacer algo más que la salvación, que el equipo está capacitado para algo más y eso nos dio las alas para creer en nosotros y así se ha demostrado en el año y pico que ha estado con nosotros, que nos ha hecho volar. Y Alberto, esa tranquilidad y esa paz que transmite, esa confianza en si mismo que nos ha hecho lograr la permanencia.

Cuando le preguntas a alguien qué tiene Manu Fuster, la mayoría dice que es normal, ¿qué le dice esto?

Siempre he dicho que cuando estoy fuera del fútbol, me gusta juntarme con mi familia, con mis amigos, no hacer cosas que no hacía antes de ser futbolista, no quiero dejar de ser ese Manu Fuster, que es lo que me hace feliz. En cuanto al trato con la gente de fuera, he sido ese niño que con un gesto de cariño, con un hola o un abrazo de un futbolista me hacía feliz, por eso ahora me gusta hacer sentir eso a la gente.

La afición por el Albacete ha crecido en los últimos años, ¿ha evolucionado Manu Fuster de la mano del club y viceversa?

Creo que han sido años de mucho crecimiento para todos, se ve cuando entras a la Ciudad Deportiva y está mejorada, en el estadio se notan cambios y dentro del club se nota la visibilidad que tiene el Albacete, se nota el sentimiento albacetista, por ejemplo cuando vamos a los pueblos. A nivel personal llegué siendo un niño para jugar al fútbol profesional, pero ni en mis mejore sueños pensé que iba a salir con la despedida que tuve el domingo que va a ser uno de los momentos más felices de mi vida.

Cuando llega el momento de tomar la decisión de marcharse, ¿con quién lo habla?

Con toda la familia, pero es a mi madre a la que le digo: «mamá  creo que he tomado la decisión, es el momento,  lo he dado todo por el Albacete y el club por mí, pero  creo que lo mejor para los dos es separar nuestros caminos y que el Albacete gane con mi salida». No quería llegar al sexto año en el que terminaba contrato, hubiese sido incómodo y habría sido todo más feo. Se lo dije a mi madre, que no quería que saliese del Albacete porque me tiene cerca, porque el club siempre se ha portado muy bien conmigo, pero después de muchas noches sin dormir, fueron meses largos desde que se produce el primer contacto hasta que digo que sí y el club también acepta esa oferta. Fueron momentos duros.

¿Recuerda el momento justo en el que decide irse?

Sí, estaba en casa solo, en Albacete, aunque los días libres me voy a Valencia, pero quería estar aquí solo y tomar la decisión pensándolo yo y cuando la tuviese tomada decírselo a la familia. Quería tener un rato para mí, desconectar del fútbol y ese fue el momento.

Desde que tomo la decisión, ¿ha tenido algún momento de arrepentimiento?

Tanto como arrepentimiento no, pero sí que ves el cariño de estas semanas y a lo largo de mi carrera en Albacete, la pena es norme, pero cuando todas la decisiones lo haces con todas las consecuencias. Si en otro sitio me quieren la mitad que aquí seré un afortunado. Me quedo con la pena de dejar a muchas personas que quiero y con la felicidad de cumplir un sueño.

¿Habrá una segunda etapa de Manu Fuster en el Alba?

Soy albacetista y me siento albaceteño, es un club que me ha dado todo, en el que me he sentido muy a gusto. No sé qué podrá pasar en un futuro, pero ojalá que si nos cruzamos sea lo más arriba posible. Espero que el Albacete siga creciendo.