Desde el área de Promoción del Tercer Sector, los Reconocimientos a la Iniciativa Social que promueve anualmente la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha premiarán este año la labor de la Clínica de Optometría y Terapia visual Elena Espinosa, por el trabajo altruista y voluntario que desarrolla desde el año 2021 junto con la Delegación Provincial de Bienestar Social en Albacete para detectar cualquier problema en el ámbito de la optometría en los niños, niñas y adolescentes que se encuentran dentro del sistema de protección.
¿Qué supone este reconocimiento para usted y todo su equipo?
¡Mucha ilusión! Y también, como optometristas, evaluar, tratar a los niños con dificultades escolares, ver los buenos resultados que estamos consiguiendo y cuánto les ayudamos, nos reconforta e impulsa en nuestro voluntariado.
¿Cuántos profesionales están implicados en esta tarea?
Somos tres optometristas y un voluntario que recibe a los niños y a sus educadores cuando llegan a nuestra clínica para el estudio optométrico.
¿Desde hace tres años colaboran con la Delegación Provincial de Bienestar Social para detectar problemas de optometría en los niños y adolescentes, ¿con el fin de evitar su exclusión en el ámbito educativo principalmente?
Para tener un buen rendimiento visual es necesario mucho más que ver nítido y llevar una graduación adecuada. Es un proceso mucho más complejo y tiene que ser muy eficaz. Si no es así, repercute en el rendimiento escolar y laboral. Por eso, en nuestra unidad de Optometría Pediátrica tenemos un área especializada en dificultades escolares y nuestro estudio optométrico es mucho más especializado.
Cuando nos reunimos con la Delegación Provincial de Bienestar Social, ofrecimos esta evaluación optométrica para todos los niños y niñas tutelados por la Junta de Comunidades Castilla-La Mancha y en caso necesario, tratar con terapia visual optométrica. Hasta ahora hemos detectado muchos casos y hay varios pequeños en tratamiento optométrico. Nos reconforta que los resultados sean muy positivos para su rendimiento escolar. Y refuerza uno de nuestros principios: ningún niño debe tener un fracaso escolar por una visión ineficaz.
Para garantizar este sistema de protección ¿realizan también distintas campañas informativas y de sensibilización?
Sí, en la clínica hacemos formaciones para profesionales de la salud y conferencias para padres. Por eso, en una primera fase hicimos formación con los profesionales que trabajan con los niños tutelados. Ellos detectaron muchos niños con dificultades visuales que les dificultaban el rendimiento escolar. Actualmente estamos en la segunda etapa del programa, en la que evaluamos a todos los niños, tengan síntomas o no.
¿Cuáles son otras iniciativas y programas que llevan a cabo?
Pertenecemos a varias asociaciones y formamos parte de grupos multidisciplinares tanto del ámbito pediátrico como de adultos, como un importante grupo nacional de trabajo de neurología especializada en visión.
Finalmente, ¿considera que debería reforzarse los programas y ayudas desde la Administración en esta materia?
Desde las distintas administraciones cada día hay más interés en que se tenga en cuenta el trabajo del optometrista especializado en el ámbito de rendimiento escolar; sin embargo aún es un proceso que está por avanzar dado que lo que más se conoce es el de la Oftalmología dentro del proceso visual. Ambas profesiones deben trabajar de la mano para una evaluación completa del paciente. Hay que entender que una evaluación visual no es completa si no está valorada por ambas especialidades.