Con el título Adolescencia e Infancia ¡Los peligros de las redes sociales! la Asociación Aspiga fruto de una subvención concedida por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha un proyecto para, a través de charlas informativas, asesorar a padres y madres de alumnos de 11 institutos de Secundaria de la capital y Aguas Nuevas sobre esta temática.

La gestión de estas sesiones orientativas para las familias se ha realizado bien través de los propios centros educativos de Secundaria, y de las Ampas.

En estas sesiones tres integrantes de Aspiga asesoran a las familias sobre las distintas redes sociales más utilizadas por los adolescentes y jóvenes, a qué edad se accede a determinados contenidos y las consecuencias que tienen.  De  momento este proyecto, según informó Carmen Luna, secretaria de Aspiga, está teniendo una gran acogida, de ahí que el objetivo para ediciones futuras es que incluso pueda llegar también a adolescentes y jóvenes, así como que se extienda su difusión a los padres y madres de alumnos de institutos de la provincia de Albacete.

 «Hay muchas familias que están convencidas que el control parental funciona perfectamente para poder vigilar el uso que  hacen sus hijos de las redes sociales y de los contenidos a los que acceden a través de las mismas, pero lo cierto es que la realidad es bien distinta, porque en los centros educativos el alumnado comparte con sus compañeros conocimientos de cómo evitar el control parental, de tal forma que los chavales se saltan dicho control, y así acceden a todo tipo de contenido».

Una ayuda. La formación sirve para poner en conocimiento de las familias terminología que quizás los padres y madres de los jóvenes no conocen como onlyfans (una página web donde se sube contenido y cuántos más seguidores tengas más cobras, aunque la mayor parte del dinero se la queda la plataforma) y sugar daddy, a las que pueden acceder a través de enlaces desde las aplicaciones como Tik Tok o Yotube o los videojuegos, donde los adolescentes pueden descargarse contenidos o te invitan a tener un sugar daddy (un señor mayor que te da dinero a cambio de compañía y sexo). El gran problema de estas aplicaciones es que «son una puerta de entrada a la prostitución, y sobre todo, es también una forma de cosificar a las mujeres», agregó Carmen Luna.

Los niños acceden pronto a la pornografía

Durante las charlas las ponentes de la Asociación Aspiga también exponen a las familias cuando de media los chavales empiezan a ver contenidos pornográficos, «a edades tan tempranas como son entre los ocho y los 10 años, algo que deja a los padres que asisten a estas sesiones muy asombrados». Contenidos pornográficos que se concretan en: violaciones grupales, incesto, pederastia y humillaciones y vejaciones, tal  y como detalló Carmen Luna, secretaria de la entidad.

«Explicamos a padres y madres que tienen que tener mucha conversación con sus hijos e hijas para alertarles de estos peligros, que deben explicarles que la pornografía no es la realidad de las relaciones sexuales; que deben tener un poco de control de quién contacta con sus hijos e hijas; es decir, que en definitiva, lo que hacemos es poner sobre aviso a los padres y madres de los adolescentes, y les enviamos herramientas para trabajar en casa con sus hijos, desde vídeos y enlaces, donde se facilita información al respecto».

Hasta el momento ya se han impartido la mitad de las charlas programadas, en horario de tarde, y la acogida está siendo excepcional, tal y como apuntó Luna. 

Esta Asociación de Promoción de la Igualdad de Género de Albacete nació hace un año, con el objetivo de atraer a cuantas profesionales de la Igualdad quieran trabajar por conseguir los mismos derechos entre mujeres y hombres en el mundo. La entidad se constituyó con el ánimo de reducir las desigualdades en todos los ámbitos de la sociedad y para ello está desarrollando numerosos proyectos, el primero de ellos enfocado a luchar contra la violencia machista en la adolescencia.