En la emblemática calle San Roque de la capital alcarreña encontramos un establecimiento hostelero que abrió sus puertas hace poco más de dos años y en este tiempo se ha consolidado como uno de los de mayor proyección de Guadalajara: el restaurante Fardel.
Regentado por el joven chef local Nacho Padín Peña, de 27 años de edad, formado en la Ciudad Condal y en la Escuela Le Cordon Bleu de Madrid y que pasó también por las cocinas de Dabiz Muñoz, Jesús Velasco, Azurmendi en el País Vasco o el restaurante Ambivium de Pago de Carraovejas, la propuesta de Fardel compagina el respeto por la tradición y una decidida apuesta por combinarla con nuevas tendencias.
«Abrimos en julio de 2022 -recuerda Padín- y hemos pasado de tener tres personas a siete, poco a poco hemos ido creciendo manteniendo siempre nuestra esencia y abordando nuevos desafíos en un proceso de aprendizaje constante; la verdad es que hemos tenido mucha suerte, porque Guadalajara nos ha acogido con los brazos abiertos, además estamos ubicados en una zona caracterizada por el gran ambiente gastronómico que se respira en ella».
El chef alcarreño, durante la elaboración de uno de sus platos más solicitados. - Foto: Javier PozoDentro de 'raíz culinaria'
Se muestra especialmente satisfecho de haber sido designados embajadores de la ciudad de la mano de la marca DeGusta Guadalajara, de encontrarse dentro de Raíz Culinaria, donde ingresaron tras obtener el reconocimiento de la prestigiosa Guía Repsol, y más recientemente por la concesión del premio al restaurante de Castilla-La Mancha con mayor proyección gastronómica concedido por la revista Tapas.
«Buscamos un servicio por y para Guadalajara -prosigue-, estando siempre abiertos a recibir nuevas sugerencias, platos que entran y salen o vinos que han llegado a la carta tras la sugerencia de algún cliente, todo el mundo es bien recibido en Fardel, desde aquel que desea tomar una cerveza artesana y una tapa en la terraza, hasta aquel que decide celebrar una fecha especial en nuestra casa».
En cuanto a su propuesta culinaria suele repetir que «nos gusta ver la gastronomía tradicional de Guadalajara con unos ojos más actuales, ya que el paso por diferentes cocinas te anima a querer implementar nuevas técnicas, pero manteniendo esos sabores que recordamos y nos retrotraen a la casa de la abuela, al fogón del pueblo y a los guisos de nuestras madres». Esa apuesta por las raíces de una cocina milenaria está directamente relacionada con la marca gastronómica Raíz Culinaria, una iniciativa del Gobierno regional en pos de promocionar a Castilla-La Mancha como destino gastronómico.
La amplia carta de Fardel incluye platos tan solicitados como los raviolis rellenos de cordero asado de Jadraque, un sabor clásico presentado de forma distinta, recubiertos de una emulsión y polvo de jamón; las flores de alcachofa elaboradas con carbonara ahumada; una propuesta novedosa que busca recuperar la conocida tradición de Jueves Lardero, como es una salsa de chistorra con sidra, gratén de patata con yema frita; y en pescados incluye el rodaballo con parmentier, atún rojo guisado o el bacalao al ajo arriero.
Amplia carta de vinos
En su amplia sección de vinos, con hasta 130 referencias -incluso una oferta de vinos por copas o de paso- se evidencia el gusto por esa cultura vitivinícola que el cocinero aprendió tras su paso por la ribera del Duero y donde no falta ninguno de los caldos elaborados en la provincia alcarreña, ofreciendo también una docena de cervezas artesanas de la mano de Arriaca, «además de una de elaboración exclusiva, la Fardel Mojito, con un toque muy fresco».
Finalmente, Nacho Padín reconoce que han querido trasladar sus ideas a este establecimiento para hacer de él una especie de «eje de confluencia de distintas ramas de la cultura», con una amplia presencia en sus vitrinas de libros de Guadalajara, piezas artísticas o publicaciones de diversa índole escritas por autores locales.