La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) consideraba que el Arroyo de Letur era una zona con riesgo de inundaciones y llegó a identificar el trayecto más probable de una avenida.
Así consta en el documento de evaluación preliminar del riesgo de inundación (EPRI), que se encuentra en exposición pública desde el 2 de septiembre durante tres meses, hasta el 2 de diciembre.
Para ser más precisos, la CHS identifica un tramo de 1,68 kilómetros de longitud. Incluso llegó a publicar el trazado más probable para una avenida en esta zona de la Sierra del Segura.
Es más, según los técnicos del organismo de cuenca que redactaron el documento que se puede consultar en la web de la CHS, una avenida en este tramo, identificado como ARPSI ES070/0001-02, presentaría riesgo potencial de una serie de «consecuencias adversas».
Entre ellas, están los «daños inmediatos a personas», los «daños diferidos a personas», afecciones de tipo «residencial», así como repercusiones en la actividad económica, agrícola y ganadera.
Disponible y pública. Toda la documentación relativa a la EPRI se encuentra disponible para su consulta pública en la página web de la propia Confederación Hidrográfica del Segura, en la dirección web: https://www.chsegura.es/es/ciudadano/informacion-publica/epri-3-ciclo/
Aún más, el Arroyo o Rambla de Letur ya formaba parte en 2010 de de la lista de Arpsi (Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación) de la actual Demarcación Hidrográfica del Segura.
En noviembre de ese año, ya se mencionaba Letur como una zona de riesgo que también comprende otros puntos de de la Sierra del Segura, como son Elche de la Sierra, Férez y Socovos.
Peligrosidad y riesgo. También cabe destacar que la zona del Arroyo de Letur está identificada como un Área de Riesgo, pero el nivel de peligrosidad estimado por la CHS es de 1,3 sobre cinco, esto es, no es de los más elevados, según su Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (PGRI).
El nivel de peligrosidad estudia las características potenciales de una avenida, como la superficie inundable, el calado, la velocidad, la capacidad erosiva, el transporte de sedimentos, la presencia de obstáculos y el tiempo de respuesta.
Lo que sí es más elevado es el riesgo potencial, de 2,2 sobre cinco. Este parámetro mide la posible población afectada en caso de inundación, el impacto sobre las actividades económicas, la existencia de puntos críticos (infraestructuras, redes de suministro) o el impacto en áreas protegidas.